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Trailero deja prensado al conductor de un auto en la vía Campeche-Mérida.Un conductor esperaba pasar el retén de la SSP en la vía Campeche-Mérida cuando un trailero se estrelló en su unidad, dejándolo prensado

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Los puertos de Yucatán fueron cerrados ante los efectos del Frente Frío 43, evitando que los pescadores salgan a la captura de mero

La llegada del Frente Frío No. 43paralizó a más de 12 mil hombres de mar de cerca de 400 embarcaciones mayores y 6 mil ribereñas de todo Yucatán, quienes esperaban zarpar en busca del mero. Este primer revés en el rubro marítimo ocasionó un sabor amargo para las tripulaciones, que pensaban que todo iría viento en popa, a fin de se pudieran recuperar del martirio económico sufrido en los últimos meses.

En Progreso, navegantes vivieron su primer cierre de puerto a causa del norte que provocó lluvias y ráfagas de viento en la Entidad. De acuerdo con un sondeo hecho en el embarcadero de menor navegación La Caleta, este tipo de restricciones afectaron el año pasado a las pesquerías del pulpo y mero, consideradas como las de mayor auge.

Durante el transcurso del día, se pudo observar que la mayoría de navíos estaban siendo amarrados con sus respectivos alijos, pues, como se esperaba, con varias horas de anticipación se emitió la alerta que indicaba la restricción mencionada.

El desgano en los marineros fue evidente, dado que afirmaron que estuvieron esperando dos meses para que se les diera la posibilidad de volver a desempeñar sus empleos en altamar.

“Claro que nos sentimos mal, sobre todo porque lo que queremos es trabajar. Lamentablemente, hay que hacer caso, dado que esto sólo depende de la naturaleza. Es desesperante la situación, puesto que ya queremos seguir generando sustento para la familia y pagar las deudas de la temporada de veda”, externó Mauricio Raz.

También se informó que, en efecto, varios hombres de mar tomaron la determinación de zarpar al océano, a pesar de que corrieron riesgos y estuvo prohibido. La mayoría de los entrevistados afirmó que esto se debe a la necesidad de seguir inmersos en la captura de escamas para salir del bache económico en el que se encuentran.

“Varios compañeros no aguantaron y salieron. Cuando lo hacen tratan de no ser vistos por las autoridades. Esto es algo que los pone en peligro, porque los naufragios ocurren cada año. Incluso hay gente que ha vivido estos sucesos, pero no les importa, vuelven a arriesgarse. Supongo que ese sacrificio es por la familia. En mi caso, soy soltero, pero no iría a pescar con el tiempo como se encuentra”, agregó el entrevistado.

De esta forma, en La Caleta, el embarcadero de Chuburná y otros puntos de atraque ribereños, permanecerán las lanchas en paro de actividades, pues la Capitanía Regional de Puerto y la Secretaría de Marina (Semar) de la Armada de México, mandaron sus respectivos boletines para confirmar la peligrosidad del temporal en curso.

Entre lo que más se lamentó, es que esta pausa se tuvo en medio de lo que se empezaba a considerar como una racha de jornadas en las que se disfrutó de obtener cargamentos que superaron los 100 kilos en sólo dos días de trabajo. Además de que, en esta ocasión, los barcos de mayor navegación respetaron la distancia obligatoria con la zona donde permanecen los botes de las tripulaciones ribereñas.

Uno de estos casos se tuvo en la embarcación Tekate 2, la cual salió desde el 1 de abril, cuando se dio apertura a la pesca del mero. De acuerdo con uno de sus colaboradores, el cierre de puerto los obligó a retornar, sin embargo, no todo fueron caras largas, pues se logró traer alrededor de 130 kilos de especies marinas, de los cuales 80 fueron de mero tipo negrillo.

“Nos fue bien, gracias a Dios, debido a que las labores permitieron que se cumpla con respaldar lo invertido por el barco y que salga el sustento de los compañeros. Cuando inició el mal tiempo tuvimos que fondearnos para que no pasara algún accidente, sino se hubiera emitido esta restricción, habríamos tardado más. Ha sido muy bueno este comienzo de temporada”, declaró el marinero Jeremy Chablé Torres.

A su comentario, el entrevistado añadió que el norte podría afectar los siguientes viajes a causa de que las corrientes agresivas ocasionan mayor dificultad para encontrar producto como el mero rojo y negrillo, así como el boquinete, la rubia o el huachinango.

Lo mismo expresó Martín Ruíz, quien fue entrevistado desde una camioneta en la que transportaba frutos del mar, dado que la lancha en la que acudió a su labor en el océano consiguió traer cerca de 100 kilos, lo que se traduce en un resultado favorable.

“Ha sido positivo este arranque. Luego de que se cerraron los puertos a la navegación menor, esperamos que a más tardar el viernes volvamos a ir, pues todos los compañeros quieren seguir con el buen momento, es muy obvio”, declaró Ruíz.

Una última queja que salió a relucir es que los precios no han ayudado del todo, aunque se prevé que cambie este aspecto tras la primera barcada de la navegación mayor.

En lo que respecta a los navegantes que se encuentran zarpando en estos días, se estima que retornen luego de 20 jornadas. En su caso, el frente frío les afectará de manera menos catastrófica, pues pueden permanecer fondeados sin tener que retornar.

Mientras tanto, a sólo tres días de haberse levantado la veda del mero, pescadores que salieron en búsqueda de esta especie en las aguas del Litoral Norte quedaron paralizados por el ingreso del Frente Frío No. 43.

Cerca del 30 por ciento de los pocos hombres de mar que se han aventurado a la captura señalaron que, además de los nortes, las ráfagas de viento ocasionaron que se mantengan en tierra unos cuantos días.

Juan Canul, marinero, comentó que las dos veces que se embarcó logró obtener 30 kilos ejemplares, entre negrillos y rojos, los cuales fueron pagados en 100 pesos el kilo. “Apenas pasaron unos días de movimiento y ya nos quedamos estancados. No muchos estamos saliendo, pero a los pocos que permanecemos aquí sí nos afecta”, dijo.

Los pescadores que se presentaron en el puerto de abrigo para ver si había posibilidad de zarpar informaron que, luego del paso temporal, no es seguro salir a la pesca de esta escama, puesto que el recalón que se genera en el fondo ocasiona que la especie se aleje en búsqueda de aguas más claras, quedándose en el lugar otros peces playeros.

De acuerdo con informes meteorológicos, las ráfagas de viento fueron de 15 a 30 nudos, por lo que los marineros decidieron no emprender el viaje con sus pequeñas embarcaciones, ya que, al tener pronósticos de lluvia, podrían verse perjudicados. “No pudimos ir a trabajar, aunque el viento no estaba muy recio, hay sospechas de precipitaciones y no sabemos si puede entrar antes o después, es mejor esperar unos días”, comentó Juan.

El entrevistado reveló que, cada año, en este mes y el próximo, las salidas a la navegación quedan pausadas por los ventarrones que se registran, sobre todo cuando se pronostica la presencia del cordonazo, fenómeno natural que genera fuertes soplidos y alto oleaje, muy similar al de un huracán. “En estos meses hay aires muy fuertes, hay uno que es en mayo y es el cordonazo, a ese sí hay que tenerle cuidado, porque no sabemos cuándo vaya a pegar”, indicó.

A pesar de que la mañana estuvo nublada y con cancelaciones a las salidas, horas después se tornó a un clima soleado, sin embargo, las tripulaciones decidieron no arriesgarse por el cambio de ambiente que se podría generar en un abrir y cerrar de ojos.

Los hombres de mar están a la espera de que el fenómeno natural pueda deshacerse para continuar con sus labores, mientras tanto, se encuentran alistando sus herramientas de trabajo para poder salir por la revancha, siempre y cuando las ráfagas de viento lo permitan. “En unos días zarparemos, esperamos que el clima nos pueda favorecer, aunque sea pequeño el fenómeno nos mantenemos aquí por cualquier cosa”, señalaron.

Mientras que en El Cuyo, San Felipe, Río Lagartos y Las Coloradas, navegantes no salieron por la alerta del frente frío, lo que afectará a quienes tuvieron una baja captura en los últimos días y que hasta el momento se han tenido que alejar de la costa para obtener producto marino.

Entrevistados revelaron que temen que sus inversiones se pierdan si el mal tiempo se prolonga, sobre todo porque en los últimos años han notado que el mero ya no es tan fácil de encontrar en la orilla del océano, no sólo porque el agua es cálida en comparación con mar adentro, donde es más tibia o fría, sino porque el furtivismo y la sobreexplotación han mermado la posibilidad de conseguir escamas.

Las tripulaciones esperan que en las próximas jornadas el clima mejore, sobre todo porque hasta el momento el primer día la mayoría de los marineros de El Cuyo regresó con las manos vacías y sólo algunos lograron salvar sus inversiones y cubrir los gastos del viaje.

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