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Escrito por Carlos Chan Toloza
Un mar de feligreses de esta cabecera municipal, comisarías, pueblos circunvecinos y de Mérida acompañaron a la imagen de la Virgen de Guadalupe en su tradicional Alborada o Bajada, comenzando así la fiesta guadalupana más prolongada de la Entidad, con más de 43 noches de gremios llenos de fervor.
Todo comenzó cuando el Gremio de Bajada Juventud Radiante Guadalupano salió del predio ubicado en la calle 26 entre 19 y 21, acompañado de cientos de personas con sus estandartes, flores y velas hasta la Capilla de Guadalupe.
Una vez que el gremio llegó al pie del santuario, las legionarias comenzaron con el rosario, seguidamente varios hombres voluntarios ingresaron a la capilla para bajar a la Virgen Morena, con cantos de mariachi y voladores, junto con la imagen de Juan Diego.
En punto de las 19:00 horas comenzó la procesión de la imagen sagrada que fue llevada en hombros para recorrer algunas de las calles del municipio, detrás caminaban cientos de feligreses locales y visitantes, así como los que acompañaban al gremio de bajada.
Luego de recorrer las vías de la comunidad, la efigie de La Morenita llegó hasta la cancha parroquial, donde el párroco Armín Rivero Castillo ofició una misa en la que resaltó la importancia de venerar a la Virgen de Guadalupe.
Luego de la celebración eucarística se quemaron fuegos pirotécnicos, se bailó la Cabeza del Cochino y se llevó a cabo una Regia Vaquería en los bajos del Palacio Municipal.
Las actividades previas a la tradicional bajada iniciaron en la madrugada con las tradicionales Mañanitas que feligrese le cantaron a la imagen de La Morena en su capilla. Durante el evento estuvieron presentes mariachis, el Gremio Juventud Radiante Guadalupana, así como público en general y grupos apostólicos acompañados con voladores y el Bronceo.
“Es tradición que la fiesta de la Alborada comience con Las Mañanitas y una misa en memoria de todos los socios del Gremio de Bajada que han fallecido, es como honrarlos por los muchos años que colaboraron con esta agrupación”, indicó Felipe Hoil.
Lo que llamó la atención a los visitantes de la cabecera es que a diferencia de otros años, cuando la barda de la parroquia, ubicada en la calle 21, era caleada de blanco para que estuviera impecable durante la celebración de la bajada, en esta ocasión lució despintada y con moho ocasionado por la humedad.
El vecino Ernesto Medina Tun señaló que la falta de pintura de la barda ofrece una mala imagen, ya que la localidad es visitada por cientos de devotos.
“Cada año se calea o en su caso se manda a pintar, hace un año personal de la Comuna se encargó de hacerlo, desconocemos las razones por las que no se hizo este año y así como está da una mala imagen”, indicó el lugareño.
Maribel Sonda, feligrés, mencionó que “es una vergüenza que la Comuna no tenga ni para un saco de cal para pintar la mencionada barda, donde pasará la procesión de la bajada”.
Asimismo, vecinos mencionaron que así como fue retocada la pintura de la Capilla Guadalupana, también debería haberse hecho lo mismo con la barda de la iglesia, pues son los lugares donde estará congregada la gente que asistió al inicio de las festividades.
Los que hicieron su agosto fueron los comerciantes, ya que desde temprana hora se registró mucha actividad en el centro, donde jóvenes y adultos recorrieron los establecimientos buscando alguna prenda de vestir o zapatos para estrenar en la bajada de la Virgen de Guadalupe.
Marcela Chuc, una de las vendedoras de ropas, señaló que desde temprana hora se instaló en la explanada municipal. “Vine más temprano que de costumbre, así es cada año en el último día la gente sale con más ganas de comprar”.
De la misma forma se expresó Manuela Itzá Pech, otra de las comerciantes de ropas y zapatos. “Desde el viernes está la gente con ganas de comprar, todos quieren estrenar alguna ropa o zapato, la gente compra, tiene que ver cómo le hace, pero de que estrenan, estrenan”.
La ama de casa Claudia Chan señaló que no había podido adquirir ropa nueva para sus hijos, debido a que su esposo no había cobrado la semana, pero como le pagaron el viernes ya tiene el dinero para realizar sus compras.
“Uno de mis hijos necesita un pantalón que haga juego con su playera, lo conseguí a un precio mucho más bajo; el otro estrenará sus zapatos, ya que la semana pasada pude comprarle sus ropas”, indicó la mujer.
El movimiento en el mercado y los establecimientos cercanos, así como en La Placita donde se encuentra el tianguis, comenzó desde muy temprano y así estuvo hasta la tarde.
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LV
