Vida adulta en Yucatán, con mayores exigencias, pero menos oportunidades: Especialista

Entre los bajos salarios, estrés laboral y el poco acceso a viviendas, el especialista Edgardo Flores señaló que las nuevas generaciones enfrentan problemas de salud mental por estas cuestiones
lunes, 9 de mayo de 2022 · 10:12

Las nuevas generaciones estarán enfrentando condiciones laborales, de acceso a vivienda y servicios dignos cada vez más complejas; hay que hacer un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general para priorizar estrategias y trabajar contra los altos índices de problemas de salud mental en la entidad, señaló el psicoterapeuta Edgardo Flores Herrera.

En entrevista, el especialista apuntó que la falta de medidas gubernamentales que vean las necesidades de la juventud y la niñez propiciaría un panorama desalentador por la dificultad para integrarse al mundo laboral, conseguir una casa y proveer una familia, lo que puede ser una alerta que deben atender las autoridades y la sociedad civil.

Edgardo dijo que este problema crece por todos los prejuicios que viven las generaciones que se independizan, pues históricamente se ha creído que el éxito es la felicidad basada en el factor económico. Sin embargo, es necesario eliminar estos prejuicios que sólo presionan a la juventud.

“No es que la vida adulta sea difícil, es que tenemos mayores exigencias, pero menos oportunidades. Las condiciones de salario son muy bajas, a las personas no les alcanza y tienen que trabajar doble jornada, imagínate ese cansancio y agotamiento, esa falta de lugares para experimentar actividades artísticas, de espacios de salud mental, es muy complicado”, aseguró.

Dijo que los juicios sobre la felicidad, el amor, el éxito y los cuestionamientos que viven las nuevas generaciones inciden de manera más profunda y significativa en el entorno de Yucatán.

En el aspecto laboral, argumentó que “la realidad económica que vivimos en el Estado es compleja, hay salarios bajos para jefes de familia. Luego, de ser necesario, algunos acuden a pedir prestado a un banco o pagan créditos de vivienda de por vida, además de que medianamente podemos adquirir un auto decente”, dijo.

En la cuestión de vivienda, Edgardo Flores señaló que Mérida hoy vive una creciente burbuja inmobiliaria que trae consigo un foco rojo en los problemas medioambientales, que traen menos espacios saludables para las personas.

“Hay municipios como Valladolid donde las rentas eran de 2 mil a 3 mil pesos antes de la llegada del Tren Maya, casas destinadas a estudiantes o profesionistas, ahora, con la llegada de estas empresas, las rentas pueden ir por arriba de los 10 mil pesos. Hay una presión para las generaciones que queremos un hogar digno, tenemos que conformarnos con espacios pequeños que cuestan millones”, enfatizó.

Aunado a esto, resaltó que también es importante pensar en regulaciones a los proyectos de desarrollo que acaban con los recursos naturales de las grandes ciudades como Mérida, donde el calor cada vez aumenta y son menos las áreas verdes de recreación.

Si bien, recalcó que este panorama para la juventud ya se vive, agregó que hay las oportunidades de revertir estos efectos para que la niñez y la adolescencia no enfrenten estos problemas, pero debe existir voluntad política para generar acciones más humanas y centradas en el contexto de las personas.

Destacó que, en el aspecto de la prevención del suicidio, hay formas eficientes para ayudar a quienes están en un riesgo suicida.

“Considero que hay siete emociones que hay que tener presentes y que se pueden trabajar: El sentimiento de culpa, de insuficiencia, incapacidad, desesperación, desesperanza, soledad y sufrimiento”.

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CC

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