Estos son los barrios perdidos de Mérida
En Mérida, los barrios son tradicionales punto de encuentro y convivencia, cada uno tiene su encanto único aunque hay otros que han caído en el olvido
En la ciudad de Mérida existen a la fecha 9 barrios tradicionales, cada uno de ellos, con su encanto y estilo particular. La Ermita se convirtió en el primero en ser nombrado Barrio Mágico, distinción que otorga la Secretaría de Turismo.
A unas cuadras del corazón de la ciudad, La Plaza Grande, se encuentran los más tradicionales y que a la fecha tienen vida y son punto de encuentro para yucatecos y turistas, por ejemplo: Santa Lucia, Santiago, Santa Anna, San Sebastián y La Ermita.
Otros como La Mejorada, San Cristóbal, San Juan e Itzimná, siguen siendo concurridos por sus iglesias, pero no son precisamente turísticos, aunque todavía no hay caído en el olvido ni se han perdido entre la mancha urbana como el caso de dos barrios de los que ya poco se habla: San Fernando y Santa Catalina.
Barrios perdidos de Mérida
El tiempo y el crecimiento de la ciudad blanca han provocado que dos los tradicionales barrios se hayan perdido, pues ahora ya pocas personas los recuerdan y sus límites se han borrado, quedando solo en la memoria y en las fotografías.
San Fernando
Si bien no fue un barrio como tal, la zona de San Fernando, es una de las de más tradición en Mérida, que toma su nombre de la Quinta San Fernando de los Naranjos, ubicada en la calle 60 x Avenida Cupules.
A mediados del siglo pasado tuvo una tradicional fuente, que se inauguró en 1959, y que ya no existe. En donde hoy está una gasolinera y un restaurante se alzaban dos monumentos que marcaban la salida al Puerto de Progreso.
También por muchos años, para los meridanos y los visitantes, las tortas de cochinita de San Fernando, eran una obligación, casi religiosa, siendo uno de los mejores lugares para disfrutar este tradicional platillo yucateco.
Santa Catalina
Al final de la calle 59, donde hoy está el Parque de la Paz y la Expenitenciaría Juárez, se encontraba el Barrio de Santa Catalina, que junto a Santiago, Santa Ana y San Sebastián, eran los extramuros de la ciudad.
Se dice, de acuerdo a las crónicas de esos años, que a inicios de los años 1800, una epidemia de cólera azotó la ciudad provocó un alto número de muertes, como el caso de la población de Santa Catalina, que pereció, casi en su totalidad, por la enfermedad.
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AA
