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La guerra que amenaza a Asia será en ambientes marinos y se asociará a Taiwán y a los mares que rodean a China

A diferencia de la guerra que hoy se libra en Europa, en la cual todos serán perdedores, en la próxima ganará quien logre evitarla. No obstante, como evidencia, la actual experiencia, se trata de una lección no aprendida que valida la pregunta de: ¿habrá guerra entre Estados Unidos y China? En caso de haberla: ¿Cómo sería entre países separados por 8 mil kilómetros de mar? La respuesta cae por su peso: se libraría en el Océano Pacífico.

Considerado como teatro de operaciones, el Océano Pacífico es un escenario majestuoso. Se trata de un espacio de 155 millones 57 mil km² de agua, que representan la tercera parte de la superficie del planeta, albergando a 17 Estados independientes y a 25 mil islas, más que el resto de todos los mares juntos.

Antes de abundar en la infausta presunción de una guerra entre Estados Unidos y China, es pertinente esclarecer algunas peculiaridades de los mares y océanos como teatros de operaciones militares. En las aguas (excepto los modernos oleoductos y gasoductos y cables submarinos) no existen edificaciones ni infraestructuras vitales permanentes. No hay ciudades, habitantes ni riquezas de las cuales apoderarse ni poblaciones a las cuales masacrar. En los mares, las fuerzas militares establecen su presencia para proyectar el poderío naval a tierra.

A diferencia de las guerras en Europa que son esencialmente terrestres, la que amenaza a Asia será en ambientes marinos y se asociará a Taiwán y a los mares que rodean a China (Mar de China Oriental desde Corea a Hong Kong) y Mar de China Meridional (desde Hong Kong hasta Malasia), partes del Océano Pacífico. En esta área, entre otros, están implicados, China, Corea (del Norte y del Sur), Japón, Taiwán, Vietnam, Filipinas, Malasia y Singapur.

En la otra orilla están los Estados Unidos con unos 8 mil km de costas y los Estados de California, Oregón, Washington, Alaska y Hawái que albergan unos 60 millones de habitantes y cuentan con excelentes puertos y bases aeronavales. A diferencia de lo que ocurre con China, frente a las costas de Estados Unidos no existe ningún otro país.

China, la única potencia que ha realizado su desarrollo sin librar guerras en el extranjero, sin ocupar territorios ajenos ni formar parte de pactos militares, recién desarrolla capacidades navales que Estados Unidos, la mayor potencia naval del planeta, fomenta hace más de 200 años, cuenta con 14 mil 500 km de costas a estos mares.

Con el compromiso de, más adelante abundar en otros aspectos, fijaré la atención en un hecho trascendental que significa un escalado militar sin precedente en los últimos 60 años y una flagrante violación de acuerdos en los cuales radica la seguridad mundial, específicamente el Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares. Se trata de Aukus, acrónimo en idioma inglés de Australia-United Kingdom-United States.

Como parte de la preparación para un conflicto con China en el Pacífico, Estados Unidos impulsa el acuerdo Aukus, un pacto militar de naturaleza naval formado por Estados Unidos, Reino Unido y Australia, anunciado en el 2021, cuyo eje será una fuerza de submarinos dotados con armas nucleares. Lo singular de este acuerdo, obviamente guerrerista, es que se trata de la tercera mayor transferencia de tecnología nuclear con propósitos militares en toda la historia.

La primera ocurrió en los años 50 del pasado siglo, cuando con asistencia estadounidense Inglaterra y Francia crearon sus bombas atómicas, la segunda tuvo lugar en el 1962 cuando la Unión Soviética emplazó en Cuba unos 60 misiles nucleares y Estados Unidos habilitó a Gran Bretaña para construir submarinos de propulsión nuclear y misiles portadores.

Lo verdaderamente trascendental de esta aventura es que ocurre después de que, en el 1968, precisamente después de la dramática experiencia en Cuba, se negoció el Tratado de No Proliferación Nuclear, experiencia que en menor escala se repite con la instalación de armas nucleares tácticas en Bielorrusia.

De los 41 países con costas en el Pacifico, unos 10 cuentan con capacidades navales militares de alguna consideración, de ellos, nueve pueden considerarse aliados de Estados Unidos, algunos tan importantes como Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Filipinas y Tailandia y, sin ser un país, Taiwán. Mientras entre los potenciales aliados de China, además de Corea del Norte estaría Rusia con su imponente flota de unos 60 submarinos nucleares.

En el 1941, el ataque japonés a Pearl Harbor convirtió al Océano Pacífico en escenario de grandes y enconados combates y en base para el bombardeo atómico a Japón. Ojalá la historia no se repita. Para ello es urgente alcanzar la paz y luchar por consolidarla.