Canelo vs Golovkin, la trilogía del convencimiento: INFOGRAFÍA

Saúl Canelo Álvarez es un exitoso pugilista mexicano, que a pesar de poseer un envidiable récord tras 61 peleas, continúa generando muchas dudas. En sus registros ostenta la sorprendente cifra de 57 victorias, 39 por nocaut, un par de empates y dos derrotas, aunque para los fanáticos no ha sido suficiente por la baja calidad boxística de los rivales que ha enfrentado.

Esto ha llevado al tapatío a ser infravalorado por algunos expertos o exboxeadores, que en su momento alcanzaron la gloria. Álvarez se ha enfrentado a 17 campeones mundiales, pero eso tampoco cobró tanta relevancia para sus detractores, hasta la primera vez que perdió ante uno de ellos: Floyd Mayweather Jr.

El 14 de septiembre del 2013, el mexicano, con 23 años, caería por decisión unánime ante el invicto boxeador estadounidense, de 36, en la recta final de su carrera; 13 años de diferencia y experiencia que pusieron en evidencia las desventajas del azteca sobre el ring. En comparativa, el 3 de noviembre del 2019, Saúl Álvarez, con 29 años, venció por nocaut en el undécimo asalto al ruso Sergey Kovalev, de 36.

Pero el triunfo fue opacado porque analistas y aficionados, aseguraron que el púgil pelirojo enfrentaba únicamente a rivales viejos. Así ha sido su trayectoria, la cual volvió a dar de qué hablar cuando el 7 de mayo de este año decidió buscar el cetro semipesado de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo); sin embargo, en ese combate hubo muchos factores a considerar, empezando por la diferencia de peso a la que tuvo que someterse el mexicano, una muestra de valentía y superación, pues de acuerdo con las reglas de la AMB, la categoría semipesado o semicompleto contempla un peso de entre 168 libras (76 kilogramos) hasta las 175 (79 kilos) y el Canelo, siendo campeón supermediano, rondaba en una categoría que va desde las 160 libras (72.5 kilogramos) hasta las 168 (76 kilos).

Decidido, asumió los riesgos y se lanzó al ataque para demostrar que su talento podría llevarlo a enfrentar mayores retos, pero el ruso Dmitry Bivol lo venció y las críticas no se dejaron esperar.

¿Qué debe hacer Saúl para confirmar sus excelsas condiciones?

Lo que se ha vuelto un potencial remedio para el convencimiento se dio en una de las peleas más intensas a las que se ha enfrentado en toda su carrera: ante Gennady Golovkin, un guerrero de Kazajistán con la pegada más letal del boxeo, que a sus 35 años, ostentaba un historial apabullante: 37 victorias (34 antes del límite).

La primera pelea que se celebró entre GGG y el Canelo fue el 16 de septiembre del 2017; una batalla que, después de 12 duros asaltos, terminó empatado. Los jueces dividieron completamente su opinión: el primero dio ganador a Álvarez (118-110), otro a Golovkin (115-113), mientras que el tercero otorgó la misma puntuación a ambos púgiles (114- 114), por lo que la pelea concluyó en un empate.

Los abucheos se manifestaron incesantemente, porque un enfrentamiento de ese nivel con golpes llamativos por parte del mexicano, pero con mayor dominio en los asaltos por parte del kazajo no podía arrojar tan amargo resultado igualitario. Y desde ahí se exigía una revancha, los fanáticos querían ver a un ganador, pero sobre todo disfrutar nuevamente de un combativo espectáculo. Así que para el 15 de septiembre del año siguiente se pactó otro combate.

La exhibición fue la misma, reñida, de poder a poder y con más críticas sobre los hombros del jaliciense porque el primer choque, terminado en empate, debió ser una victoria para el de Kazajistán, según los expertos en la disciplina. Pero en el segundo duelo, Canelo superó a Golovkin, y de paso le arrebató los títulos de peso mediano de la Asociación Mundial y el Consejo Mundial de Boxeo.

El mexicano ganó por primera vez en su carrera una pelea por decisión mayoritaria (114–114, 115–113, 115–113) y puso fin a la marca histórica de Golovkin de 20 defensas de su título, historial que comparte con Bernard Hopkins, a quien no pudo superar. La tercera es la vencida, no hay mejor prueba para el mexicano que la de esta noche en el T-Mobile Arena, en Las Vegas, buscando cerrar con broche de oro una trilogía en la que podría ratificar su legado en este deporte o fortalecer la incertidumbre sobre su trayectoria.

Canelo

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