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Como México no hay dos, no importa el histórico rendimiento paupérrimo de la Selección Mexicana en los Mundiales, ahí nunca se gana, pero donde siempre se triunfa es a la hora de armar la pachanga. A la República Mexicana le tocó organizar por primera vez una Copa del Mundo, y estuvieron a la altura, ningún país se le asemeja a lo logrado por nuestro país.
Trabajaron a marchas forzadas para que el estadio Azteca, un inmueble icónico en el futbol mexicano, estuviera listo el 29 de mayo del 1966, es decir, cuatro años antes de dar inicio a la máxima fiesta del futbol. Además, aunque el primer Mundial televisado sucedió en Suecia 1954, México le puso color al futbol, y todo el mundo pudo ver los partidos y distinguir las playeras de cada Selección.
El Tri se instaló en el grupo 1, junto a la Unión Soviética, Bélgica y el Salvador. Primero arrancó con un amargo empate sin goles ante los soviéticos, pero después goleó 4-0 a los salvadoreños y venció por la mínima a los belgas para terminar por primera vez en la historia como líder de su grupo, y así avanzar a los cuartos de final, donde cayó 4-1 ante Italia.
A pesar de no llegar más lejos, México tuvo su revancha y consiguió clasificar al siguiente nivel; otro que tuvo su desquite, aunque en mayores dimensiones fue Pelé, quien quería ser parte de la historia con el papel protagonista, no como ocurrió en Chile 1962, donde se lesionó y aun así su Selección logró coronarse.
Brasil llegó a los cuartos sin un solo rasguño, un trío de resultados con victoria los impulsó a dejar en las fases finales a Perú, y posteriormente a Uruguay 3-1. La Canarinha no podía bajar ese característico ritmo agresivo a la hora de jugar, pero en frente tenía a una Italia que no era ningún flan, así que Pelé tuvo que aparecer primero en el marcador para poner con los nervios de punta a los italianos, quienes sin dificultades empataron antes de irse al descanso.
En el segundo tiempo, Gerson.Jairzinho y Carlos Alberto sellaron la cuenta para los cariocas y Pelé se convirtió en el único futbolista en el mundo en conquistar 3 Mundiales. La marca continúa sin romperse después de 52 años. La leyenda brasileña escribió su nombre con letras de oro.
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AA
