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Tres mujeres adultas hospitalizadas y cinco personas más con lesiones leves dejó la colisión entre un tráiler contra una combi, en el kilómetro 7 del Periférico de Mérida.
Poco después de la media noche (00:15 horas), una familia retornaba de disfrutar de una fiesta. La unidad en la que se transportaban, un Volkswagen tipo combi, transitaba en el cuerpo interior de la vía rápida, de Oriente a Poniente. Sin embargo, en el punto referido el conductor del vehículo familiar decidió incorporarse al carril izquierdo.
Esa maniobra la hizo, presuntamente, porque hay un retorno que, quizá tomaría. Al parecer no se dio cuenta de que atrás circulaba un tráiler de caja cerrada con capacidad de carga para 10 toneladas.
Lo que no queda claro es si el chófer transitaba con exceso de velocidad y no se dio cuenta a tiempo del movimiento que hizo el de la combi o el guiador de esta segunda unidad, lo hizo de manera intempestiva y, la “mole gigante” lo impactó por alcance.
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Por la forma en la que quedó el vehículo en el que viajaba la familia, el impactó por alcance fue en la parte trasera de la mitad hacia la derecha.
Lo anterior se deduce porque la fuerza de la colisión ocasionó que la combi diera un giro de 180 grados.
La inercia de ese movimiento propició que, tanto la fuerza del golpe y el peso, hicieran que el vehículo familiar perdiera estabilidad.
En consecuencia, quedó sobre su costado izquierdo, o sea, por el lado del conductor. En esa posición, la combi se deslizó sobre el pavimento más de 20 metros. El medallón trasero estalló y quedó sobre el pavimento.
En cambio, el delantero se astilló, pero sin desbaratarse quedó entre la orilla de la carpeta asfáltica y la maleza de la hondonada que divide los dos cuerpos de rodamiento del Anillo Periférico.
Aquí hay que destacar la solidaridad y actitud solidaria de unos adolescentes que, después de una cascarita, recién salieron de un Oxxo dentro del área de una gasolinera, enfrente de donde ocurrió la colisión.
Incluso, mientras se hacía el recorrido para obtener las gráficas y datos para escribir la bota, entre la maleza había una bicicleta tirada. La pregunta primera fue: ¿Hay un ciclista herido?. Se hizo un recorrido entre los arbustos para tratar de encontrarlo.
¡Pero no!, uno de ellos llevaba una adolescente era el propietario, y al momento de la colisión no le importó tirarla entre los arbustos para, junto con sus amigos correr para prestar ayuda a los accidentados.
Casualmente, entre los ocupantes, a excepción del conductor y las lesionadas, los restantes eran menores de edad.
Ayudaron a los que no sufrieron lesiones serias y que pudieran salir de automotor siniestrado. “Vimos cómo pasó todo. Cruzamos corriendo para ayudar en lo que se pudiera. Esa es la imprudencia de manejar con exceso de velocidad. El trailero venía hecho la m....”, comentó uno de ellos.
Se le notaba sobresaltado, asustado, frustrado; en fin, con sus expresiones faciales y palabras eufóricas, entre angustia, disgusto, impotencia, lo mismo que sus amigos, decía más que mil palabras, pero siempre juntos. No se pone sus nombres, pues la actitud solidaria y los valores no necesitan promoción, surgen de lo más íntimo de la persona, comentado en la educación paterna.
El sitio se convirtió en una sucursal hospitalaria y de seguridad, por, al menos tres ambulancias presentes, más las que a lo lejos se escuchaban ulular.
Las patrullas también llegaban conforme la distancia se los permitía, pues con el reporte de que había ocho lesionados, ¡no era para menos!
Con los equipos de emergencia, técnicos en urgencias médicas y bomberos los esfuerzos se conjuntaron para atender a las lesionadas. Una de ellas sufrió una herida cortante en el antebrazo derecho, la otra en esa misma extremidad, pero en el codo. Una tercera permanecía dentro de la combi gritando de dolor.
Era tan intenso el dolor que ante el mínimo contacto de uno de los socorristas suplicaba que no le tocaran la pierna, pues, al parecer la tenía fracturada.
A las otras dos pudieron sacarlas sin mayor problema, a una la sentaron en el pavimento y a la otra también sentada, las colocaron en camillas para subirlas a las ambulancias.
La labor más complicada fue con la que sufrió fractura de pierna, pues entre el dolor y el shock daba gritos al borde de la locura, pero los paramédicos actuaban firmes y profesionales en su labor.
Luego de aplicarles tranquilizantes, para menguar el dolor, las tres lesionadas fueron trasladadas al nosocomio, lo más probable es que a uno público.
Al tráiler se le desprendió la defensa, el radiador y parte de la estructura del motor quedaron destrozados.
A la combi, fuera de los medallones y cristales laterales, estaba completa en su estructura. A diferencia de la fácia del carguero que era de fibra de vidrió. El chofer de la combi estaba como expectante ante las labores de los socorristas. Al del carguero, nadie lo pelaba, pero quedó en calidad de detenido, para los fines legales que la autoridad le finque.
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GC
