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El ancla, que fue encontrada hace más de un año en medio de los trabajos de remodelación de la tercera etapa del Malecón Tradicional, retornará al puerto para ser exhibida en la Casa de la Cultura debido a que podría tratarse de una auténtica reliquia del mar con origen aproximado en el año 1920.
Fue en el mes de marzo del 2022 cuando en medio de la ejecución del taladro a la altura del hotel Playa linda, en la calle 19 con 74, un trabajador notó un cuerpo extraño a menos de dos metros de la superficie, siendo sorpresivo el hallazgo de este artefacto.
La última vez que el ancla estuvo en Progresofue el 9 de marzo del 2022, cuando se emprendió un operativo a cargo de diversas dependencias para que el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se hiciera cargo de los trabajos correspondientes y su restauración.
En el puerto, el director de Catastro, Alí Dib Muñoz, es quien ahora se hará cargo de la documentación pertinente y será el enlace entre la Comuna y el INAH a fin de que sea exhibida el ancla en el municipio y el objeto se convierta en imán para el turismo, como el caso de la ballena que encalló en febrero del 2016, cuyo esqueleto ahora se ubica en el Malecón Internacional junto con su historia y datos generales.
En consulta con el funcionario, se dio a conocer que será la Casa de la Cultura el inmueble donde se tendrá el ancla, la cual se considera una auténtica reliquia debido a su antigüedad, aparte de que su hallazgo también forma parte del atractivo.
Sin embargo, se destacó que no hay una fecha exacta para el retorno del ancla al puerto, aunque hace un par de semanas circuló que este componente de algún navío pesquero está ya en sus últimas etapas de restauración para que sea colocada en el edificio histórico mencionado.
En un principio, circuló que el ancla sería parte del Museo del meteorito, ya que este inmueble goza de una alta afluencia, sobre todo en época de vacaciones como es el caso del Carnaval, la Semana Santa, el verano y los días de descanso decembrino.
Lo intrigante para la comunidad y turistas que en su momento fueron testigos del descubrimiento es su historia, pues desde hace más de un año han comenzado a circular varias teorías sobre la procedencia del ancla, ya que su estructura es diferente a las que usualmente portan los barcos pesqueros de la flota mayor en Progreso.
El objeto hecho de acero negro, con cerca tres metros y medio de largo, por dos metros y medio de ancho, y con un peso aproximado a una tonelada, tendría su origen en el año 1920 por su forma; coincide con las anclas que utilizaban los barcos de vapor de aquella época, muy diferente a las anclas “achatadas” de los mercantes actuales o de finales del siglo XX.
El cronista del puerto, Pedro Juan Bermúdez Solís, estableció en su momento que el artefacto proviene de la época con más auge de transporte marítimo de la ciudad, misma que se sitúa a principios de dicho siglo, donde infinidad de embarcaciones de todo tipo acudían al muelle Benito Juárez, mismo que se caracterizaba por contar con rieles de truck y animales de carga para el traslado de las mercancías.
Este mismo muelle cesó sus operaciones a principios de la década de los años 40, cuando la empresa danesa Christiani and Nielsen, construyó el Muelle de Arcos, el cual evolucionaría hasta convertirse en el Muelle Fiscal que hoy en día se conoce.
Otro dato a favor de la teoría en cuanto a la antigüedad del ancla, recae en que, en ese tiempo, los barcos de aquella época solían tener tres anclas, dos en la proa y una en la popa. Si el tamaño del vapor lo ameritaba, las anclas más grandes podían llegar a pesar hasta tres toneladas.
La segunda teoría que originó la comunidad pesquera establece que el ancla es parte del buque gigante Lady C, el cual tras soltar su anclaje de su puerto de origen quedó varado en las playas de Chelem, varios de sus aditamentos fueron hallados en distintas partes del municipio. Este incidente ocurrió el 8 de septiembre de 1988, cuando llegó a la Península el huracán Gilberto.
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CC
