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Fiscalía de Sonora desmiente supuesto documento de espionaje con datos de candidatos y políticos
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Escrito por Luis Manuel Pech Sánchez
Un intento de estafa por vía telefónica se registró en algunos comercios de comida rápida de Tizimín, donde solicitaron servicios de alimentos y transferencias a nombre del sacerdote, Rafael Orozco, quien supuestamente se encontraba en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Como se recordará, en el mes de abril del 2022 se suscitó un fraude similar, en el que se emitían llamadas para solicitar pedidos y depósitos a nombre de este templo religioso que afectó a siete comercios, pero gracias a que los propietarios de los negocios tenían conocimiento de este hecho, en esta ocasión no cayeron en tal engaño.
Alexis Uitzil Cahuich, uno de los encargados del negocio, indicó que recibió la llamada de alguien que llamó desde el número 9997832848, quien solicitó dos paquetes de alitas con un costo de 400 pesos con todo y envío, luego indicó que le tendrían que dar cambio de mil pesos y que le pasaran el número del repartidor para hablar con él, ya que iba a requerir de otros productos de la conocida tienda de autoservicio.
Seguidamente, se comunicó con él y en su mismo pedido encargó que le compraran un café y pidió que le hicieran una recarga de 100 y una transferencia de 500 pesos, lo cual cubría la cantidad del cambio que necesitaba, pero el repartidor notó algo raro y reportó lo sucedido al encargado.
Ante este hecho, Alexis tomó cartas en el asunto y expuso que durante la llamada notó una voz en tono foráneo y eso lo dejó dudando, por lo que procedió a comunicarse con el párroco, Fermín Rigoberto Nah Chi y constató que en dicho templo religioso nohabían solicitado nada, ni tampoco se encontraba algún sacerdote con ese nombre, dado a esto ya no cayó en el fraude.
Mientras tanto, el negocio de Gabriel Mena Vidal recibió la llamada de un teléfono fijo, por lo que no pudo registrarlo, le pidieron dos pizzas, una mexicana y una hawaiana con un costo de 250 pesos y del mismo modo le solicitaron el número del repartidor, pero le explicaron al cliente que manejan sus envíos con repartidores externos, por lo que no se lo proporcionaron, sin embargo, no se canceló dicho pedido y se llevaron las pizzas a la parroquia, donde también les dijeron que todo era un engaño, teniendo como pérdida únicamente la devolución de sus productos.
Luego, Gabriel publicó la situación en sus redes sociales y el dueño de una taquería expuso que también le ocurrió algo similar y que al percatarse de la situación no hizo el envío. Los comentarios en la publicación no se hicieron esperar, dándose a conocer que por lo menos dos comercios más registraron estas llamadas fraudulentas.
Por todo lo anterior, usuarios de las redes sociales alertaron a los comerciantes a tomar las debidas precauciones en cuanto a este tipo de clientes, por lo que recomendaron que capaciten a su personal para que estén alertas de lo que pudiera ocurrir a futuro con situaciones similares.
Exhortaron a no hacer transferencias a los clientes y que estas únicamente las ejerzan si son conocidos o si se encuentran dentro de su cartera de clientes, así como que desconfíen de los números desconocidos.
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LV
