Habitantes de El Cuyo rechazan a inversionistas turísticos por temor a ser un nuevo Holbox

Son cerca de 10 proyectos a construirse en la zona veraniega del puerto; sin embargo, pobladores los han impedido por miedo a que pongan en peligro la paz de la localidad
domingo, 25 de septiembre de 2022 · 09:31

Inversionistas y empresarios extranjeros han puesto la mira en El Cuyo para convertirlo en un nuevo Tulum o Holbox; sin embargo, enfrentan un fuerte obstáculo, los habitantes del puerto que se oponen a que llegue a estos extremos donde impera la inseguridad y alto consumo de drogas que ponen en riesgo la seguridad, la paz y la tranquilidad de las familias.

El interés de los empresarios es palpable, en el año 2021 el Ayuntamiento de Tizimín autorizó cuando menos 10 proyectos de infraestructura turística, todos ellos a espaldas de los habitantes de El Cuyo y sin informar a su comisaria municipal Neydy Yolanda Puc Gil, ante quien el alcalde panista Pedro Couoh Suaste ha dirigido sus ataques por ser de otro partido político, Morena.

Tal es el ejemplo del exclusivo hotel Beach Front Riad Romero, proyecto que fue impedido por los más de dos mil quinientos habitantes del puerto, no solo por no cumplir con el proyecto original y rebasar los 3 niveles de construcción que contrastarían con la imagen de este lugar, si no además nunca consultó al pueblo para llevarse al cabo la construcción de esta obra que estaba a 50 metros de la dársena donde se encuentra la zona de anidación de las tortugas.

La comisaria denunció que la construcción de ese hotel podría ser producto de una mafia inmobiliaria en la que está involucrado el alcalde, quien supuestamente pactó en Quintana Roo su construcción; lo que molestó a Couoh Suaste quien mandó detener a la Neydy Puc por impedir la construcción del hotel, pero los habitantes del pueblo se lo impidieron a los policías municipales; en represalia, la Comuna retiró a sus cuerpos de seguridad de El Cuyo.

Pero aún están pendientes los demás proyectos, la mayoría proyectados en la zona veraniega y con fecha de ingreso en este año, como Casa Anamoros, Villas Cuyo Corazón, Cabañas, Casa Sayab, Estudios Aria, Jahoba, S. DE R.L. DE C.V., Casa Favorita El Cuyo MIA.

Los ejidatarios se unen para impedir más desarrollos turísticos que pongan en peligro la paz del lugar y en asamblea realizada el 22 de abril pasado, acordaron poner un freno a la venta de terrenos a extranjeros, alegando que ya no hay más tierras para que el pueblo siga creciendo, la capacidad del desarrollo urbano se ha agotado. Las cifras están a la vista, más de 200 extranjeros residen en el puerto, de nacionalidades española, italiana, estadounidense y canadiense, principalmente.

La comisaria Neydy Puc ha sensibilizado a los pobladores a no deshacerse de sus propiedades y que busquen invertir para que puedan generar riqueza y que esta se quede en la comisaría y siga siendo de los habitantes.

Hugo Rodríguez Núñez, docente de la Asignatura Patrimonio Turístico del Instituto Tecnológico Nacional de México Campus Tizimín recalcó que los pueblos originarios tienen todo el derecho a decidir por su tierra y el futuro de sus habitantes, “ojalá ilustre un poco lo que empieza a suceder en el puerto de El Cuyo”.

En ese sentido recalcó la necesidad de que el estado tenga una Ley de Costas, la cual fue propuesta hace más de una década por Luis Capurro Filograsso (q.e.p.d.), cuando era investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) en Mérida, alegando que “en Yucatán hay recursos naturales de alto valor y tienen que determinarse los intereses que hay que defender. Una ley que defina los intereses del pueblo, ya que sólo hay marcos legales aislados y que obedecen a intereses turísticos de otros”.

Rodríguez Núñez resaltó: “Yucatán podría ser la capital del mundo turístico, porque hay muchos atractivos, pero sin una Ley de Costas pueden venirlos extranjeros a adueñarse de la tierra y los paisajes”.

Para lograr una verdadera Ley de Costas es necesario tener la voz, no sólo de los investigadores, expertos, sino también del pueblo, para que los diputados tengan los elementos de lo que realmente quiere la población.

“Qué sentido tiene tener una Ley de Costas si no sabemos nosotros los intereses que se tienen en el mar, sobre todo del pueblo. Florida, en Estados Unidos, pasó por estas experiencias y se dio cuenta, no tiene sentido hacer cualquier cosa, hay que tomar en cuenta a la población”, dijo.

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CC