¿Hay seres míticos dentro de los cenotes en Yucatán?

Entre los más de mil cenotes que hay en la Península, existen leyendas que narran la historia de una serpiente enorme que protege el flujo del agua que hay en ellos
martes, 29 de marzo de 2022 · 19:11

Yucatán destaca por su hermosa naturaleza y fauna, además del intenso calor que se siente entre mayo y junio, siendo el tiempo perfecto para visitar las playas y los tan visitados cenotes.

Los cenotes son ojos de agua, algunos dentro de cuevas o de tipo semi-abierto, con profundidad mayor a 50 metros, siendo grandes cavernas con un espejo de agua azul, en ocasiones con animales como peces. 

Leyendas narran que dentro de ellos se ofrecían sacrificios mayas, razón por la que han sido encontrados en el fondo osamentas, joyas, y piezas arqueológicas como jarrones y hasta pequeños botes.

Pero eso no es todo, ancestros narran sobre la existencia de seres míticos que protegen los cenotes, como la leyenda de Tzukán, una serpiente enorme que protege las cientas de grutas y cenotes que hay en la Península, siendo una especie de guardián del mundo subterráneo. 

La historia narra que durante una sequía del imperio maya, Chaac, Señor de la Lluvia, fue encomendado para recoger el agua del subsuelo y llevarla al resto del imperio maya.

Chaac, frustrado y agotado, decidió descansar sobre lo que parecía un tronco, pero de repente éste comenzó a moverse, se trataba de Tzukán, quien en un movimiento devoró de un bocado a lo que transportaba al dios maya.

Furioso por lo ocurrido, Chaac montó a la bestia y la azotó con su látigo para ordenarle que lo transporte en su búsqueda del agua mientras que Tzukán, enojada, se retorció para liberarse del dios, pero sólo consiguió que, repentinamente, en los costados de su cuerpo aparecieron unas enormes alas que la elevaron y se dirigió al mar.

Ahí, el dios maya pudo recolectar el agua en vasijas de barro que ató a la serpiente para trasladarlas al imperio maya. Una vez de vuelta, Chaac condenó a Tzukán a ser la guardiana de los cenotes, grutas y ríos del territorio maya.

Tzukán le preguntó al dios si una vez que concluyera su cometido podría irse a vivir al mar, a lo que este le contestó que si, engañándola, ya que la serpiente fue hechizada para cuidar el ciclo del agua de los cenotes durante toda su vida.

La historia es una de las tantas leyendas que narran los ancestros, principalmente en las comunidades rurales, mientras que otros aseguran que si han visto a la serpiente al interior de cuevas y cenotes de Yucatán.

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CC