De albañiles a pepenadores, COVID-19 afecta a obreros de Yucatán

La contingencia generada por el COVID-19 ha afectado a miles de yucatecos, entre ellos a los albañiles, quienes perdieron su trabajo y buscan un sustento económico en otro oficio
martes, 20 de julio de 2021 · 11:41

De los 300 albañiles agremiados en el Sindicato de Terraceros y Trabajadores de la Construcción en General, Similares y Conexos del Estado de Yucatán de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), cerca de 70 cuentan con un trabajo de obra en la actualidad, pero más de 200 permanecen en sus municipios laborando en la milpa, el deshierbe o pepenando, con ingresos inferiores al salario mínimo.

A esta cifra se suma una gran cantidad de yucatecos que se dedican a la albañilería, pero que no pertenecen al sindicato, advirtió el secretario general de dicha organización, Eusebio Moo Tec, quien añadió que, ante la prolongación de la pandemia, cientos de personas que se dedican a dicho oficio se encuentran en situaciones precarias, sin que el Gobierno del estado brinde apoyos para su sustento.

“¿Cómo vivirá esa gente? Somos eventuales y en la mayoría de las obras los patrones no aseguran a los trabajadores, te despiden y te vas sin pago alguno. Entonces esa gente está muy desprotegida, buscando cómo sobrevivir, porque no podemos decir que viven”, señaló.

Moo Tec precisó que, de sus agremiados, solo el 25 por ciento se encuentra laborando actualmente, en obras para construir etapas de fraccionamientos como Diamante y San Marcos, ubicados al Poniente y Sur de Mérida.

“Están trabajando los que no tienen miedo a contagiarse y a los que ya el hambre les aprieta el estómago, que tienen que arriesgarse”, indicó.

En cuanto a los que se quedan en sus municipios, manifestó que hay familias que están sobreviviendo con 100 o 150 pesos al día, cantidad que la utilizan de tres a seis personas por hogar.

Aunque recientemente el Gobierno de Yucatán ha presentado proyectos de obras importantes como un rascacielos y un complejo de lujo al Norte de la capital yucateca, el líder de los alarifes dijo que desgraciadamente estas obras contratan mano de obra de fuera o posiblemente no pertenece a algún sindicato, que trabaja por menos dinero de lo establecido en su tabulador.

“Es gente que también necesita el trabajo, pero a la larga nos perjudica porque se les da a ellos. Por eso no nos contratan, porque nosotros sabemos cómo hacerlo, sabemos cuánto vale y lo hacemos bien”, resaltó.

En ese sentido, destacó que los alarifes de Yucatán, sobre todo los que pertenecen a la organización, son empleados suficientemente capacitados, pues algunos de ellos cuentan hasta con 30 años de experiencia en la construcción.

Aunado a esto, el representante de los alarifes reveló que en la actualidad las constructoras encargadas de edificar fraccionamientos han disminuido sus plantillas laborales, debido a las recomendaciones estatales de bioseguridad y al encarecimiento de los materiales.

Finalmente, Eusebio Moo recordó que desde hace 25 años su organización se vio afectada severamente con la llegada de la maquinaria pesada, que sustituyó la mano de obra de muchos de sus agremiados que no pudieron recuperar sus empleos en la construcción de carreteras y edificios.

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En ese tenor, pidió a las autoridades que los apoyen con la compra de maquinaria de este tipo, para que los alarifes puedan recuperar parte de los empleos que perdieron hace más de dos décadas y así puedan acceder a concursos para la construcción de obra pública.

GH