Depresión y ansiedad, la otra pandemia que dejo el COVID-19, aseguran

Expertos en el tema señalan que desde la llegada del coronavirus, los trastornos emocionales han aparecido más recurrente en adultos y menores
domingo, 28 de marzo de 2021 · 10:33

El psiquiatra Miguel Viveros Erosa y el neuropsicólogo Aarón Palomo Euan, advierten que la pandemia por COVID-19 también ha afectado en lo emocional; trastornos del estado de ánimo y depresión son parte de los efectos negativos en las personas, aspectos que no son ajenos para ser padecidos por menores, en esta coyuntura.

Viveros Erosa dijo que son los casos de ansiedad y depresión, los que ha observado que han ido en aumento, derivado del confinamiento que, a su vez, trajo la pandemia del coronavirus. Eso sí, resaltó que tal vez los casos que llegan tanto a consulta en el sector público, como en el privado, hayan disminuido durante los momentos más álgidos de la contingencia sanitaria, aunque atribuyó esto justamente a las restricciones en la movilidad, además del temor de las personas a contagiarse.

En el sector público se dedicaron a la atención y tratamiento del COVID, y en los hospitales privados cayeron las consultas psiquiátricas, porque la gente tenía miedo de salir y contagiarse, insistió.

El especialista explicó que, una vez pasado el tiempo más complicado del 2020 por la coyuntura del COVID-19, la consulta en el área de la salud mental se empezó a restablecer, pero en su modalidad a distancia, es decir, con el apoyo de las diferentes herramientas digitales.

El psiquiatra comentó que, en lo general y luego de los momentos más complejos del 2020, cuando las personas regresaron a la consulta, se dispararon los casos de ansiedad y depresión, alrededor de un 30 por ciento.

 

Explicó que uno de los posibles orígenes de los síntomas de la ansiedad y la depresión durante la pandemia, se le pueden atribuir a los cambios en el estilo de vida que el COVID-19, ha dejado a su paso. Aunado a lo anterior, recordó que muchas personas se quedaron sin empleo, lo que también puede abonar a estos desórdenes emocionales.

Viveros Erosa dijo que también ha visto en la consulta privada que tanto desórdenes del estado de ánimo, entre ellos depresión, así como ansiedad, se han presentado luego de que el paciente se recupera del COVID-19, es decir, la enfermedad sirvió como detonante.

Comentó que se pueden dar casos, donde el COVID-19 deje otras consecuencias a nivel psíquico, como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), luego de haber experimentado por ejemplo una estadía en el hospital, y el porcentaje de mortalidad del virus en estos lugares.

Asimismo, informó que, derivado a estas incidencias de tipo emocional, las prescripciones farmacológicas para tratar estas dolencias, también aumentaron.

De igual forma, destacó que los impactos en lo emocional, derivado a la pandemia, no es exclusivo de los adultos, sino que también repercutió en los menores, ya que el proceso de socialización en etapas tempranas es importante para este grupo etario.

Eso sí, destacó que los menores han sabido buscar una compensación a falta de esos espacios de convivencia, es decir, han pasado de tener contacto con sus amigos de manera presencial a lo virtual.

El especialista hizo un llamado a la población en general para que en caso de sentir algún desorden emocional, acudir a la consulta con un especialista de la salud mental, ya sea en el ámbito público como el privado.

Por su lado, el coordinador de Neuropsicología del Colegio de Psicólogos del Estado, Aarón Palomo Euán, destacó que efectivamente el desarrollo del COVID-19, en la Entidad ha tenido un impacto tanto para adultos como para menores a nivel neurológico.

Resaltó que, el coronavirus ha representado un gran cambio en la forma en la que las personas, no sólo de Yucatán, sino del mundo entero, se relaciona, consigo mismo y con quienes le rodean.

“La salud mental se vino afectar con esta patología, las funciones más importantes, como la toma de decisiones, la atención, la memoria, la concentración, es lo primero que se ha visto afectado, a nivel de la salud mental”, explicó.

Detalló que, entre los adultos se puede observar algunas afectaciones en la memoria a largo plazo, debido a las afectaciones derivadas por el COVID-19.

Externó que la pandemia está afectando una estructura del cerebro determinante para la personalidad, la planeación, ejecución, memoria, toma de decisiones de cada individuo, llamada lóbulo frontal, que es aquella estructura que está localizada fundamentalmente en la frente, protegida por el cráneo.

Palomo Euán, consideró que se debe estar pendiente en la salud psicosocioafectiva del niño o del adolescente, incluso por arriba del rendimiento académico, ya que consideró que la nueva normalidad, ha traído alteraciones en el aprendizaje.

SY