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TIZIMIN, Yucatán, 24 de agosto.- Kulubá es un legado de la Cultura Maya y un sitio lleno de magia, de misticismo, donde las interrogantes de cómo fue edificado, quienes habitaron en este lejano lugar quedan sin respuesta alguna.

Al recorrer el Palacio de los Mascarones, el Palacio Chenes y otras edificaciones importantes de la plaza principal, deja maravillados a propios y extraños.

Kulubá es un sitio maya situado a 37 kilómetros de la cabecera municipal, fue un asentamiento que tuvo relación importante con las urbes de Ek Balam con Chichén Itzá, convirtiéndose en una red importante en el comercio.

El nombre de Kulubá está formado por las palabras K’ulu’, que hace referencia a una especie de perro salvaje (mapache) y ha’, agua, es decir, “Agua de mapache”.

Enclavada en medio de selva mediana caducifolia con árboles de hasta más de 30 metros de altura como el chicozapote, la ceiba, el ramón, el álamo, el chakah, el jabín, el tsalam guardan celosamente hasta la fecha parte de la plaza principal y estructuras en cuyas cúspides han crecido enormes árboles y cuyas raíces sobresalen en las rocas de las estructuras.

Kulubá está conformado por tres estructuras arquitectónicas principales, fueron conjuntos residenciales de linajes importantes. Junto a éstas se han encontrado alineamientos de piedra que probablemente eran los cimientos de grandes estructuras de madera.

El sitio tiene unos seis kilómetros de diámetro y hasta el año 2009 se habían descubierto unas 300 estructuras menores.

La estructura principal denominada Grupo C, fue descubierta en 1939. Está construida sobre un basamento de dos metros de altura y mide 70 por 80 metros.

El edificio principal es el Palacio de los Mascarones, una crujía abovedada dividida en seis habitaciones. Se ha perdido el friso principal, pero se sabe que en las esquinas había serpientes de estilo tolteca y que los paneles de las paredes contenían mascarones de Chaac, con una clara influencia de Chichén Itzá.

En el rancho Emanuel los encargados reciben a los pocos visitantes que se aventuran en recorrer los sitios que aún se conservan en pie.

El primer reporte arqueológico de esta zona tuvo lugar en 1941, cuando Wyllys Andrews IV publicó unas notas y un croquis del sitio como resultado de un recorrido que hizo a fines de diciembre de 1939.

Este investigador resaltó la presencia de elementos arquitectónicos “maya toltecas” o “mexicanos”, similares a los de algunos edificios de Chichén Itzá.

Las primeras intervenciones arqueológicas en Kulubá fueron llevadas a cabo por la brigada de salvamento del Centro Regional del Sureste del INAH (hoy Centro INAH Yucatán), de julio a septiembre de 1980 a cargo del arqueólogo, Ricardo Velásquez Valadez (+), a fines de 1999 y principios de 2000 cuando Alfredo Barrera Rubio, doctor en antropología por la ENAH. Investigador del Centro INAH Yucatán y el arqueólogo Carlos Peraza Lope iniciaron trabajos arqueológicos en este lugar.

Continuaron dos temporadas de campo adicionales, en 2001-2002 y 2002-2003. El proyecto tuvo como objetivo principal el levantamiento del plano del grupo central y del área periférica, la delimitación de la zona prehispánica, la restauración de los edificios que aún conservaban arquitectura en pie y la ubicación cronológica del sitio.

Luego de todos estos trabajos se hizo el estudio de los materiales recuperados, como cerámica, lítica, se realizaron labores de restauración en el Palacio de los Mascarones y el Palacio Chenes del Grupo.

También se intervino en el Palacio de las U, de tipo residencial, y otras edificaciones menores de la plaza Noroeste del Grupo A y una estructura tipo palacio del Grupo C.

Se han hecho labores de mantenimiento menor en el sitio, durante 2012 y 2013 con recursos del Programa Temporal de Empleo de Sedesol. En el año 2018 el ex Gobernador Rolando Zapata Bello anunció la inversión de 35 millones de pesos para el rescate de cinco sitios para promover el turismo, 17 millones serán destinados para que el INAH inicie con los trabajos de restauración en este lugar.

Para los aventureros de corazón y que gustan de la historia de nuestros antepasados, Kulubá es un sitio ideal para disfrutar de la naturaleza y de los hermosos paisajes que conducen hasta esta zona arqueológica que en breve será restaurada para disfrutar de todo su esplendor.

(Efraín Valencia)