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Tabasco es una tierra llena de riqueza cultural y natural, sin embargo, también cuenta con una gastronomía legendaria, conformada por ingredientes y técnicas nativas y europeas, cuya fusión es responsable del chocolate, aquel dulce manjar que (en parte) los indígenas regalaron al mundo.
Sin embargo, el delicioso chocolate no sería posible sin un ingrediente clave en su producción: el cacao, aquel fruto de interior amargo que tuvo un papel central en la economía, gastronomía y cosmovisión de los antiguos pobladores de la región.
Es por esto, que, a pesar de los siglos, la importancia del cacao sigue siendo fundamental en el sureste mexicano, especialmente en Tabasco, donde hay una ruta de antiguas haciendas cacaoteras que todavía se dedican a la siembra y cosecha del ingrediente principal del chocolate.
En la ciudad de Comalcalco, una de las más importantes de Tabasco, se encuentran dos haciendas cacaoteras, en las que es posible ver paso a paso el laborioso proceso para convertir cacao en chocolate.
Adquirida en 1917 por Don Rutilio Peralta Tejeda, esta hacienda cacaotera ha estado en operación desde entonces y ha pasado por tres generaciones de la familia Peralta.
Aquí se siembra, cosecha, tuesta, muele y transforma el cacao en una pasta, la cual será utilizada para elaborar chocolate de mesa y cientos de productos más, que se venden en todo el país e incluso se exportan a otras partes del mundo.
En este lugar también se produce chocolate de la manera tradicional, además de que se exhibe la vestimenta tradicional que antaño utilizaban los trabajadores dedicados a esta actividad, la cual todavía aporta varios millones de pesos a la economía de la región y da trabajo a familias enteras.
La Finca La Luz cuenta con 50 hectáreas, de las cuales, 26 son utilizadas para cultivar cacao, por lo que aquí se lleva a cabo todo el proceso de producción, un honor que pocos lugares pueden presumir.
JMCG
