Yum Balam, vive la experiencia de los manglares en Quintana Roo

Al ser el estado más joven de México, Quintana Roo sigue manteniendo secretos al visitante ocasional e incluso, a sus habitantes. Al ir avanzando la selva de asfalto, por encima de la delicada naturaleza, aparecen nuevas experiencias, al mismo tiempo que incrementa el riesgo de poner fin, al delicado equilibrio de esta. Tal es el caso de Yum Balam.
 
Esta es un área natural protegida que se encuentra en la zona norte de Cancún. Algunos años atrás, Yum Balam sólo era un área verde en la carretera que conectaba Cancún con la paradisiaca isla de Holbox. Pero, al ser construida una autopista de cuota en esa misma área, han descubierto la posibilidad de conocer los paisajes que forman parte de esta bioreserva tan importante para toda la entidad.

 
Yum Balam es una experiencia diferente a lo que ofrecen los complejos turísticos, aquí los visitantes, deben entrar con un profundo respeto por la naturaleza por delante, ya que por un lado se encuentra una red de ríos subterráneos que es alimenta por las fuertes lluvias, ésta provee de agua a una gran parte del estado. También, en la selva de Yum Balam coexisten una basta cantidad de mamíferos, entre los que se encuentran: el puma y el mono araña; aves, como el flamenco y el halcón, y reptiles. Por si fuera poco, también es hogar de manatíes y tiburones ballena.
 
La forma más recomendada de embarcarse en la exploración de esta zona, es con la guía de un experto de la naturaleza, ya que durante el trayecto, indicaran los momentos en que el visitante debe guardar silencio o caminar despacio para tener la oportunidad de ver a algún animal o ave. Además, señalan y explican los distintos usos que se pueden dar a diversas especies de árboles que ahí existen, como el chicle, el chacá, el ramón, palo de tinte, etc.  
 
“El Corchal”, es un paraje que se encuentra ahí mismo, pero para acceder, recomiendan: llevar una cámara (sin duda, por la belleza natural del paisaje), ropa clara de algodón, repelente biodegradable y gorra para protegerse del sol, ya que para llegar, se atraviesa un camino de terracería, durante aproximadamente una hora y media desde Solferino, para posteriormente, caminar por un aproximado de 30 minutos por una vereda.
 
Otra de las actividades que ofrece este magnífico lugar, es remar en un kayak entre juncos, un jardín de corchos, árboles de raíces ligeras y diversas plantas que inevitablemente, transportan al explorador a un cuento de hadas.

 
Pero esto no es todo, porque más adelante en el trayecto, el bosque de corchos se convierte lentamente en un lago lleno de nenúfares y una bellas flores blancas. Sin duda, es un espectáculo que todo viajero debe explorar.
 
Cómo llegar:
-Desde Cancún, se debe tomar la ruta 180 rumbo a Mérida y seguir las mismas indicaciones que llevan a Solferino.

-Desde Playa del Carmen, se debe tomar la Autopista Nuevo Xcan – Playa del Carmen rumbo a Holbox.

Con información de MéxicoDesconocido

CG