COVID, clima y hasta hallazgos arqueológicos, desafían al Tren Maya de AMLO

El 13 de agosto, ejidatarios de Pejelagarto, Campeche, rompieron con Fonatur, enojados por lo que ven como un injusto avalúo de sus tierras, que serán útiles al tren
lunes, 16 de agosto de 2021 · 07:47

El Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), al frente de la construcción del Tren Maya, una de las principales apuestas del Gobierno Federal, lo reconoció en julio: presenta un retraso aproximado de 16 semanas, debido a una serie de factores técnicos, sociales, culturales y hasta meteorológicos, que además se combinaron con la desaceleración de la dinámica económica por el COVID-19.

Aun así, el reto del Fonatur es tratar de que estos detalles no influyan más de la cuenta en las metas de entrega. En este reporte, POR ESTO! condensa un panorama general de los problemas más apremiantes que esta obra de gran escala debe librar a lo largo de su trazo proyectado por la Península de Yucatán, ya instalados en la segunda mitad de 2021, para garantizar un avance a ritmo constante que no influya en el objetivo de ver el tren correr entre finales de 2023 y principios de 2024.

Especial

El tapón arqueológico

Candelaria, Campeche, se erige como uno de los grandes puntos de controversia, ya que alberga el tramo Pejelagarto-Miguel Alemán, donde fue hallada una zona arqueológica que, de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), su tamaño es comparable con el de la ciudad de Palenque, Chiapas; el descubrimiento, registrado en junio pasado, implicará que las investigaciones en el área se retrasen o incluso cambien la ruta del tren. Según Fonatur, en los trabajos que implican los tramos que recorren Yucatán se han encontrado, hasta junio pasado, más de 5 mil 300 objetos arqueológicos.

El mal tiempo

Si bien las autoridades han dicho que las lluvias y la presente temporada de huracanes no detendrán los trabajos, Antonio López, enlace territorial del Tramo 2 Escárcega-Calkiní, señaló que el personal está preparado, pues cuenta con refugios y equipo capacitado, aunque en caso de suspenderse los trabajos, esto sólo afectará la conformación del terraplén, relleno y traslado de material, pero cuando se dan retrasos se implementan tres turnos para recuperar el avance.

Territorio complejo

El sistema kárstico es otro obstáculo de peso en la tierra que será el soporte del tren, un suelo frágil que cubre desde pequeñas oquedades hasta complejas cuevas y cenotes que pondrían en peligro la planeación original. A esta situación se suma el caso particular de Tulum, cuyo Plan de Desarrollo Urbano se encuentra en controversia ante la Suprema Corte de Justicia; no contar con él pondría en jaque unos 50 kilómetros del tren, la conexión con los principales polos turísticos internacionales: Cancún y la Zona Norte de Quintana Roo.

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JG