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Escrito por Justino Xiu Chan
Una abuelita pidió la intervención de las instancias correspondientes, para recuperar la tarjeta en la que cobra los apoyos del Gobierno Federal, que uno de sus hijos se llevó sin su consentimiento y que ha retirado estos apoyos sin que los recursos llegue a la persona de la tercera edad, además es discapacitada.
De acuerdo con información dada a conocer por la propia agraviada, doña Paulina C.C. de 68 años de edad, quien es originaria de la comunidad indígena de Yoactún, pero actualmente radican en la casa de una de sus hijas, que se localiza en la calle 40 entre 77 y 79 de la colonia Plan de Ayala.
La abuelita, en lengua maya, comentó que “me veo imposibilitado de poder desplazarme ante las instancias necesarias para que me puedan atender y me resuelvan un problema que vengo padeciendo, que es al abuso de confianza de uno de mis hijos, al apoderarse de la tarjeta en la que cobro mi pensión como adulto mayor”.
“Debido a que por mi enfermedad del diabetes, los médicos tuvieron que amputar una de mis extremidades inferiores, por lo que no puedo caminar y tengo que apoyarme con una silla de ruedas, que por cierto se encuentra en muy mal estado”, agregó.
“Fui beneficiada con el programa de pensión de los adultos mayores, para lo cual se hizo los trámites necesarios, y me fue otorgado una tarjeta, donde pueda cobrar estos beneficios que otorga el Gobierno, pero en una ocasión estando en la casa de mi hija, llegó mi hijo para llevarme casi un mes en su casa que tiene en la comunidad de Yoactún, para que pueda cobrar estos apoyos, se quedó con la tarjeta”, señaló.
“Mi hijo logró cobrar en dos ocasiones, uno por un monto de 4 mil 800 y le otro por un monto superior a los 6 mil pesos, dinero que nunca me hizo entrega, y de la nada me volvió a traer a la casa de mi hija en esta ciudad, sin hacerme entrega de ningún efectivo y mucho menos de regresarme la tarjeta”, añadió.
La fuente refirió que ante la negación de regresarme esta tarjeta, es por eso que estoy solicitando la intervención de las autoridades correspondientes para que el dinero realmente me pueda servir para mi alimentación y para la adquisición de mis medicamentos.
Tambien solicitó la intervención del DIF; para que me pudieran apoyar con un silla de ruedas y me pueda desplazar con facilidad, ya que el que tengo, ya se encuentra muy deteriorado y con todo lo que está sucediendo no tengo dinero para comprar uno, y peor aún la casa donde estoy, que es la casa de muy yerno y mi hija, pero desafortunadamente hasta mi yerno está enfermo y no se puede hacer mucho para poder salir adelante.
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HS
