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Escrito por Luisio Kauil
Estudiantes del telebachillerato de la localidad San Diego no cuentan con un local propio, a una década de su fundación, y a pesar que el ejido, en su momento, donó un predio para ello. Vecinos del poblado comentaron que en ese terreno se levantó una palapa hace aproximadamente ocho años, pero actualmente la estructura ya está en franco deterioro. El telebachillerato opera actualmente en el edificio de la escuela telesecundaria “Marcelino Villanueva Arcos”.
Jorge Cob Cab, uno de los pobladores, dijo que el telebachiller celebró celebró hace unos días una década de apertura, y los padres de familia y estudiantes solicitaron que se construya un local propio para la escuela.
Recordó que cuando se aperturó el plantel educativo, en el 2013, tenía una matrícula escolar de 16 alumnos, pero ahora, ya cuenta con más de 40 estudiantes, tanto de la comunidad como de San Marcos, Jose María Morelos y Bulukax.
Indicó, al año de inaugurarse, el ejido donó un predio ubicado en el centro de la localidad, para que se construyera un edificio. En ese entonces, los padres de familia edificaron una palapa grande, para dividirla y hacer dos salones, pero el inmueble nunca se terminó y ahora se está deteriorando, señaló.
Otro habitante de San Diego, Luciano Caamal, dijo que la escuela del telebachiller necesita de un local propio, pues a 10 años de su fundación, se sigue trabajando en un edificio prestado.
Según él, el ejido quería que tuviera un local propio, por eso donó un terreno, pero nunca se concretó.
Indicó que la escuela debe tener un edificio propio, pues “eso de andar prestando no es lo más recomendable para una escuela ubicada en la zona rural, donde sobra terrenos para que tenga edificio propio”.
Por su parte, Neydi Pech Cob agregó que el telebachillerato ha venido ayudar mucho a los jóvenes que no tenían posibilidades de salir de la comunidad para ir a estudiar a otros lugares.
Pero, según ella, a 10 años de estar operando en la localidad todavía no tienen local propio, a pesar que el número de estudiantes ha crecido más del doble, y aunque los ejidatarios donaron un terreno para construir un edificio digno, nunca se concluyó.
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AT
