COVID-19 deja sin empleo a 4 mil alumnos egresados en Quintana Roo

Durante la contingencia sanitaria por COVID se produjo en cierre de negocios; algunos egresados se han convertido en taxistas, mientras otros se dedican a ayudar en el negocio de sus padres en Quintana Roo
lunes, 12 de julio de 2021 · 10:50

La pandemia y su impacto en la economía de Quintana Roo ha dejado fuera a los estudiantes que se incorporan al campo laboral tras concluir sus estudios universitarios, así lo demuestra la Encuesta Nacional de Egresados (ENE) 2021.

El panorama no es nada alentador, con bajos sueldo y pocas vacantes para los aproximadamente 4 mil egresados de universidades e Institutos tecnológicos de la entidad, con carreras de 3 años en caso de cuatrimestres en instituciones privadas y hasta 5 años como lo son algunas carreras relacionadas con ciencias de la salud, ya que 8 de cada 10 egresados no ha logrado encontrar un empleo relacionado al campo laboral para el cual se preparó o se encuentran desempleados.

Para Julio “N”, egresado de la licenciatura en Derecho, en el 2020 la situación no fue favorable al terminar sus estudios universitarios, y después de dos meses de no encontrar trabajo en la capital del estado, terminó por apoyar a la economía de su familia laborando doble turno como chofer de un taxi. “No es fácil encontrar trabajo cuando no tienes experiencia laboral y cómo puedo obtener experiencia laboral si no encuentro trabajo, es una contradicción”; aunque no se desanima, espera que en alguna de las muchas empresas y bufetes de abogados a los que ha llevado su currículum les interese contratarlo y poder incorporarse al campo laboral para el cual se preparó.

Durante el año pasado, la actividad económica de los profesionistas se redujo el 7.4 por ciento con respecto al 2019, e incrementó el mismo porcentaje de quienes no tienen un empleo, de acuerdo con la ENE, por lo que el mercado laboral es un terreno cada vez más complejo para los graduados, pese a que las empresas e instituciones privadas se mantienen como la fuente principal del primer empleo; sin embargo, en el 2020 el porcentaje cayó del 56 al 48 por ciento en el número de egresados contratados por el sector empresarial o privado.

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Ante el panorama que enfrentan, con un menor acceso al mercado de trabajo e ingresos más bajos ganó terreno el trabajo independiente como alternativa laboral, pasando del 21 al 27 por ciento, mientras que antes de la pandemia el 60 por ciento de los profesionistas en Quintana Roo tenía problemas para conseguir trabajo durante el primer año después de haberse graduado, desde el inicio de la pandemia este porcentaje se elevó al 80 por ciento, por lo que le apuestan al emprendimiento.

En el caso de Ángel “B”, ha iniciado su pequeña empresa de diseño, pero asegura que no es nada fácil. “Mi papá me ayudó un poco para comprar las máquinas impresoras a través de un crédito donde fungió como aval, pero me está enseñando a manejar mis finanzas y soy quién lo está pagando, pero no es nada fácil, hay ocasiones en los que me trueno los dedos para pagar la mensualidad del préstamo, ya que no hay trabajo y tenemos que buscar de dónde para pagar”.

El ingreso promedio de los graduados, según el informe de la ENE, es de 9 mil 813 pesos mensuales en contratación empresarial, mientras que como profesionistas independientes logran un ingreso de cinco mil 621 pesos; sin embargo, no descartan cambiar a un empleo asalariado que les permita tener mayor certidumbre económica y prestaciones como salud, remuneraciones extras y vacaciones.

Rita “O”, quien estudió pedagogía, espera que una vez que se retorne a las aulas de manera presencial, tenga la oportunidad de ingresar en algún plantel educativo e impartir clases como es su sueño, por lo pronto ha encontrado algunos pequeños a quienes les da asesorías en sus tareas y de esa forma lograr las competencias requeridas en los grados que están cursando, “pero ahora que terminó el ciclo escolar ya me quedé sin trabajo y estoy ayudando a mi mamá en su puesto del mercado”.

En cuanto al apoyo económico de los padres, se mantiene al alza la proporción de jóvenes que tiene que trabajar para costear sus estudios, por lo que pasó del 16 al 21 por ciento de los jóvenes que trabajan y estudian ante la imposibilidad de los padres de apoyarlos al 100 por ciento, lo que demuestra las dificultades económicas por las que están pasando las familias quintanarroenses.

La búsqueda de trabajo se da principalmente en redes informales como familiares y amigos, las bolsas de trabajo y agencias de empleo son las segundas alternativas.

CG