Autoridades de México tenían la obligación de cuidar a Victoria: Agenda Migrante

Eunice Rendón explica que el asesinato de Victoria en Tulum pone en manifiesto varias tragedias a la vez, en relación a esta problemática
martes, 30 de marzo de 2021 · 21:33

Victoria Salazar era una mujer salvadoreña de 37 años de edad, huyó de la violencia de su país y encontró la muerte en Tulum, paradisiaco destino turístico internacional en Quintana Roo, México, murió a manos de policías municipales que debían protegerla de la inseguridad. Ella contaba con una visa humanitaria que se otorga en casos específicos cuando se vulnera la seguridad y la vida de los migrantes.

Victoria era residente permanente en México por razones humanitarias desde 2018, eso significa que su país le falló, la razón más común para obtener esta visa es tener el riesgo de perder la vida. Luego el país de acogida, en este caso México, también le falló, la autoridad que justamente tenía la obligación de cuidarla, no sólo no la cuidó, sino que la mató y a sangre fría prácticamente y la maltrató incluso después de asesinarla, porque vemos que incluso la agarran y la suben a la batea una vez que está muerta”.

Eunice Rendón Cárdenas, coordinadora de Agenda Migrante, en entrevista con Por Esto!, señaló que las mujeres migrantes acumulan más factores de riesgo, que van desde la discriminación hasta el ser reclutadas por el crimen organizado.

El atroz asesinato de Victoria a manos de cuatro policías municipales de Tulum, que rinden cuentas al Mando Único del Estado, pone de manifiesto diversas tragedias a la vez, que nos recuerdan el sufrimiento y la violencia sistémica que sufren las mujeres migrantes en todas las fases del fenómeno migratorio, tanto en el lugar de origen del que salieron expulsadas, Victoria entre ellas, por el riesgo de perder la vida, el tránsito por todos estos abusos y una vez que están instaladas en otro país siguen siendo vulneradas. 

“Venía huyendo de su país, muy probablemente por el riesgo de perder la vida, México le da la visa, mencionando que en el tránsito muchas mujeres sufren vulnerabilidad, es decir, una vez -en el caso de Victoria- que huyó de su país, seguramente en el tránsito y como lo vemos en los datos duros, en este trayecto se imponen mayores abusos y vulneración de sus derechos fundamentales, como casos de violación, maltrato, extorsión, trata, son problemas que enfrentan las migrantes todos los días”.

Sostuvo que en el caso de Victoria lo más importante es ver un poco la situación de ella, pues tenía condiciones de varias vulnerabilidades a la vez, como la condición de migración que le da una particularidad de vulnerabilidad a la mujer. 

“Todos los migrantes tienen ciertas vulnerabilidades, sin embargo las mujeres acumulan mayores factores de riesgo dentro de estas vulnerabilidades y ahí algo importante es que, hoy en día, casi la mitad del fenómeno migratorio, de los 800 millones de migrantes qué hay en el mundo, la mitad son justamente mujeres, lo mismo que los refugiados”.

Victoria Salazar era propietaria de una visa humanitaria que le otorgó el Instituto Nacional de Migración (INM) en marzo de 2018 en Chiapas, misma que se da bajo parámetros muy particulares a personas que tienen los suficientes elementos para probar que corren el riesgo de perder la vida en su país de origen, incluso en casos particulares de algún desastre natural. 

“Nueve de cada diez centroamericanas migrantes viajan por carreteras y rutas complejas, al no querer viajar en “la Bestia” o alguno de estos trenes, exponiéndose también a ser víctimas de redes del crimen organizado, explotación sexual, laboral, o incluso ser víctimas de muerte en el trayecto”, indicó. 

Rendón Cárdenas señaló que en el caso de Victoria  y de las migrantes en general, ya sea en México o Estados Unidos o en el país al que migren, continúan experimentando una segunda discriminación. “Por un lado el hecho de ser migrante y por el otro por el hecho de ser mujer; son víctimas de maltrato institucional, en Estados Unidos sufren episodios de violencia doméstica, abusos por parte de sus parejas que amenazan con avisar sobre su estatus migratorio, salarios más bajos, menos oportunidades”.

En ese sentido, indicó que la escolaridad de las mujeres de República de El Salvador en Estados Unidos es de las más bajas, con un 7.7 por ciento de personas con estudios superiores. “Mientras que tenemos a las mujeres de La India, que 71% tiene escolaridad de licenciatura; si lo comparamos con Guatemala, El Salvador y Honduras, que oscilan entre el 7% de estas mujeres, vemos que su vulnerabilidad aumenta en el país que la recibe”. 

Eunice Rendón destacó que anteriormente la mujer migraba por cuestiones de reubicación familiar y como dependientes económicas. “Cada vez son más mujeres las que migran solas, si acaso con sus hijos, para trabajar, recibir educación o también como jefas de familia”.

MA