En un notable giro hacia la recuperación de la confianza global, México y Argentina se han reposicionado dentro de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera directa (IED) en 2024, según revelaciones de la consultora internacional Kearney presentadas en la Ciudad de México.
México, que en años anteriores había fluctuado entre el top 10 y posiciones más bajas, este año logra el puesto 21.
"Esta mejora se debe en gran parte al fenómeno del nearshoring, que ha traído consigo una reconfiguración de las cadenas de suministro globales", comentó Omar Troncoso, director general de Kearney en México.
Impulso al Nearshoring y Perspectivas de Inversión
Argentina, por su lado, se coloca en el lugar 24, superando incluso a naciones como Dinamarca. Este ascenso se atribuye al clima de apertura hacia el mercado promovido por el nuevo gobierno de Javier Milei.
En el espectro de las economías emergentes, México y Argentina ocupan la sexta y octava posición, respectivamente, mostrando un avance significativo respecto al año anterior.
La consultora Kearney elabora el Índice de confianza de IED basándose en encuestas a ejecutivos de alto nivel de corporaciones globales, cubriendo una amplia gama de sectores industriales.
La tendencia hacia el nearshoring ha colocado a México en una posición ventajosa, aprovechando las decisiones de Estados Unidos y Europa por acercar la producción a sus mercados.
"México emerge como uno de los principales beneficiarios de este cambio en la dinámica de producción", aseguró Troncoso.
Estados Unidos lidera la preferencia de los encuestados para relocalizar procesos productivos, seguido por México y Canadá.
Sin embargo, se destaca que la zona fronteriza norte de México es la más favorecida debido a su proximidad con Estados Unidos, a diferencia de las regiones sureñas, que enfrentan retos relacionados con la distancia y la seguridad.
La inversión extranjera se muestra especialmente interesada en los sectores de servicios públicos, bienes primarios e industria pesada en México.
Mientras tanto, el mercado interno parece perder atractivo para los inversionistas.
La posible reincorporación de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría acelerar aún más el proceso de nearshoring, dada su influencia previa en la relocalización de cadenas de suministro.
"Independientemente del partido político en el poder en EE.UU., la tendencia actual hacia el nearshoring probablemente continuará, beneficiando a México en el proceso", concluyó Troncoso.
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