¿Por qué pescado y no carne durante Viernes Santo?

Detrás de la costumbre católica de comer pescado en Cuaresma, se esconden muchos simbolismos con varios siglos de antigüedad.
viernes, 2 de abril de 2021 · 11:09

Es Viernes Santo, una fecha de suma importancia dentro de la religión católica, la cual profesa la gran mayoría de la población en México, por lo que se encuentra vigente la prohibición de comer carne roja y, por el contrario, consumir pescado

El origen de esta costumbre tiene su origen en la antigüedad, cuando los primeros cristianos se reunían durante la Pascua cerca de ríos, lagos y estanques a pescar, pues, en aquellos tiempos, se consideraba al pescado como una comida de pobres, por lo que, al consumirlo, se imitaba la humildad con la que vivieron Cristo y sus apóstoles 

La costumbre se lleva a cabo de manera obligatoria para los fieles durante el Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma, cuando se conmemora el viaje por el desierto de Jesucristo durante 40 días, donde tuvo que ayunar. Durante este periodo, la tradición asegura que se le apareció Satanás, figura antagónica dentro del cristianismo, quien intentó tentarlo. 
 

Detrás de esta costumbre se esconden muchos simbolismos, pues el pez era un símbolo de los cristianos primitivos para representarse a sí mismos, pues recibía el nombre de ichtus, acrónimo que significa Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador.  

De acuerdo con la leyenda, también se usaba como símbolo secreto para reconocer a otro cristiano, pues uno de ellos dibujaba la mitad de una figura, mientras que el otro, en caso de serlo, la completaba. 
 

En la Biblia, se menciona al pez en varias ocasiones, siendo una de las más significativas cuando Jesús de Nazaret multiplicó los peces y los panes para alimentar a una multitud que se había reunido para escucharle, milagro que fue narrado por los apóstoles. 
 

Otra referencia de importancia se encuentra en las escrituras, específicamente, en Mateo 4:19, cuando Jesús dice: Vengan en pos de mí, y yo los  haré pescadores de hombres. 

Con estas palabras, Cristo invitaba a un grupo de pescadores a convertirse en sus discípulos. 
 

JMCG