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Escrito por Roberto Espinoza
La Directora General del Sistema de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Farmacodependientes (Sannafarm) “Vida Nueva” de Campeche Neyda del Carmen Sosa Cauich, deslindó su responsabilidad en la supervisión de los centros de rehabilitación privados conocidos como “anexos”, donde hace poco menos de dos semanas un joven perdió la vida a golpes dentro de uno de los centros de internamiento.
“Los anexos desde tiempo atrás que han venido trabajando, han sido centros no regulares, entonces hablando en términos comunes, no hay ninguna sola ley que promueva o prevenga la forma en la que brindan el servicio hacia las personas que son adictas, lo único que yo he aprendido es que los Capa, los Cisame, los capanna a nivel municipal, son los que prestan servicios a nivel mental”, dijo.
Cabe recordar, que hace aproximadamente dos semanas, fue registrado el deceso de un joven campechano al interior del Centro de Ayuda Mutua para Alcohólicos y Drogadictos "El Olam Campeche A.C", que, de acuerdo con información brindada por la madre del ahora occiso, el agredido perdió la vida a causa de múltiples golpes que recibió por parte de personal que labora en el sitio.
Precisó que, si las autoridades de salud únicamente permitieran que los centros de atención mental certificados por el Estado, que son el Sannafarm, la Unidad de Especialidad Médica, Centro de Atención Primaria en Adicciones (UNEME CAPA), así como el Centro Integral de Salud Mental (Cisame), que todos ellos tienen normativas y reglas de operación supervisadas por la Secretaría de Salud (Ssa).
Sosa Cauich, expuso que una de las principales problemáticas que tienen los “anexos”, es lo referente a la privación ilegal de la libertad, que está disfrazada bajo la condición de un internamiento en agravio al paciente, por lo que consideró, que esas instituciones a través de acciones colectivas obligan a los adictos a cortar de tajo el consumo, lo que, ocasiona condiciones volátiles por parte de los internos.
La directora del Sannafarm, expuso que para poder evitar que haya incidentes futuros en los “anexos” es la propia ciudadanía quien debe de dejar de acudir a estos institutos, ya que hay modelos de rehabilitación menos forzosos, como el comunitario donde el adicto no está aislado de la sociedad, sino que, por el contrario, buscan instalarlo como una persona funcional entre la población campechana.
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GC
