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Labriegos que sembraron maíz y chigua en mayo, cuando se registraron las primeras lluvias en la región de Miguel Hidalgo, Candelaria, reportan la pérdida de más de 200 hectáreas ante la falta de más precipitaciones, hecho que les deja pérdidas económicas ante la inversión no recuperada por la preparación de la tierra y la adquisición de las semillas.
Campesinos afectados como Rosendo Pérez Peralta y Eusebio Campos Carillo, señalaron que Pedro Baranda es una de las comunidades más afectadas por la sequía que se extendió demasiado.
Coincidieron en que: “sembramos con las primeras precipitaciones y nos confiamos en que la temporada de lluvias nos beneficiaria, pero luego nos dimos cuenta que ya no podemos confiar en el tiempo, los cambios climáticos nos afectaron en esta ocasión”.
Ante esta situación, señalaron que perdieron todo lo invertido en la preparación de las tierras para el cultivo y las semillas, en algunos casos la inversión fue de cinco mil pesos, otros de 10 mil, lo que dependió de la cantidad de hectáreas que los compañeros campesinos sembraron.
Por lo que expresaron que no tienen muchas esperanzas de que en este año se logre cosechar como en otros años, pues se corre el riesgo de que una vez que empiecen las lluvias, éstas sean excesivas y que también perjudique a los productores que aún están por sembrar.
Relataron que, aunque lo que sembraron nació, se perdió al siniestrarse por el intenso calor debido a que no hubo lluvias que ayudaran a los cultivos, por lo que la sequía terminó con todas las plantas que nacieron.
Con respecto al apoyo por parte del Gobierno del Estado, aseguraron que no existe tal ayuda para los productores agrícolas de la región, y de la misma manera mencionaron que no existe probabilidades que reciban algún tipo de apoyo por todo los siniestrado.
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LV
