Campesinos de Bolonchén de Rejón ya no confían en las 'cabañuelas'

Debido al cambio climático, entre otros factores, la gente del campo ya no se guía del 'shoo kin' para sembrar y predecir el clima
lunes, 16 de enero de 2023 · 10:28

En Bolonchén de Rejón, Hopelchén, las “cabañuelas” conocidas en maya como “shoo kin”, tradicionalmente son un “método” de predicción del clima a lo largo del año, pero dejaron de ser una guía para los campesinos quienes señalan que el cambio climático hace que sea difícil predecir cuándo sembrar.

Mientras que el ex comisario ejidal Vicente Abnal Poot externó que es el hombre el que acaba con la naturaleza ante la deforestación para sembrar, y ante esta depredación avanza el cambio climático con el cual llueve cuando no debería. 

Indicó que el indígena maya en tiempos prehispánicos hacía predicciones acertadas, y sabían “leer” el paso de los días para decir cuándo llovería.

Explicó que la costumbre es ver el clima durante los primeros días del año, pues cada día hasta el 12 será el comportamiento de cada mes, por lo que cuando pasa el día y no llovió, se prevé que hará calor.

Por lo anterior, cuentan a partir del 1 de enero, y al llegar a 12, se retrocede para comenzar nuevamente la cuenta, pero anotaban los días en que llueve así predecir cuándo sembrar las milpas, que generalmente se hacía el 3 de mayo, para esperar las lluvias y que germinen las semillas.

Reconoció que con el paso del tiempo los pronósticos del clima han cambiado, y de acuerdo con el Inventario Nacional Forestal, el Estado tiene una extensión territorial de cinco millones 685 mil 884 hectáreas, pero originalmente había tres millones 286 mil 346 que correspondían a zonas arboladas.

Pese a este escenario, con la Biosfera de Calakmul el Estado aún posee el área natural protegida más grande de México y la segunda en Latinoamérica, después de Amazonas.

“El hombre dejó de cultivar maíz nativo maya porque la tierra no rendía, pues los cultivos industriales dan mayor producción y ahora no hay siembra que no se haga con fertilizantes químicos; sin embargo, ante el cambio climático ahora la gente de los pueblos comenzó a preparar compostas que sustituyan al fertilizante químico que es más costoso, pues un saco de 50 kilos vale mil 400 pesos”, comentó.

El excomisario también señaló que debido a la falta de lluvias ya no se logran buenas cosechas, además las quemas, deforestación y contaminación al medio ambiente.

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CC