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La jornada dominical de este 5 de mayo resultó beneficiosa para el comercio local: pues a diferencia de los dos últimos fines de semana, se registró un aumento del 20% respecto al turismo nacional que ha arribado al puerto de Progreso para disfrutar de paradores y puntos de actividad como es el caso del malecón tradicional “Romeo Frías Bobadilla”.
La actividad comenzó desde el arranque del día, abarrotándose los establecimientos dedicados a la gastronomía que se encuentran a lo largo del boulevard: varias familias optaron por aprovechar la mañana para no ser presas del calor, que para las 11:00 horas ya rebasaba los 35 grados.
Parte de los presentes acudieron para festejar el Día de la Madre que se conmemorará el próximo diez de mayo:“Venimos de una vez a la playa porque a mi madre le encanta Progreso. Por su edad, escasas ocasiones tiene estas oportunidades de al menos contemplar el mar donde por cierto conoció a mi papá, hace más de cincuenta años”, declaró Freddy Ruíz Martín, hijo de Elena Martín Córdoba, meridana de 88 años de edad.
A partir del mediodía, la actividad se centró en la zona de arena; donde no faltaron los grupos de animación y bañistas que tomaron el sol frente a las olas del mar. En lo que respecta a la zona de concesiones, se tuvo constante actividad; razón por la cual, no se ha extrañado del todo las vacaciones de cuaresma que culminaron hace escasas semanas.
“La actividad ha estado 'aceptable', ese es el adjetivo que le otorgaría pues a pesar de que bajó la afluencia, se ha mantenido a flote el trabajo y los fines de semana no nos hemos ido a casa con bolsillos vacíos: como ocurrió hace un año, cuando luego de las vacaciones hubo un total debacle que a varios compañeros hasta les costó el puesto con tanto recorte que hubo”, informó Alfonso Pacheco, trabajador del área de playa.
Las altas temperaturas fueron motivo para que los visitantes hicieran largas filas con tal de comprar bebidas alcohólicas en los expendios de cerveza, esto a fin de saciar el calor que ha registrado sensaciones térmicas de hasta 52 grados.
También tuvieron constante aceptación los puestos de productos fríos como explicó el vendedor de cocos Manuel Chacón, situado en la calle 80 por 21 por 23 del centro de la ciudad. Actualmente, sus bolis son lo más solicitado para poder hacerle frente a los embates calurosos.
“Estaba platicando con una turista regiomontana y se quedó asombrada con lo apabullante que resultan las temperaturas en Yucatán. Hasta en broma nos dijo que como estado merecemos un premio por lo que hay que soportar durante lapsos que van de las once de la mañana hasta la tarde”, confesó el quincuagenario.
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FAR
