Muere Mario Renato Menéndez: A mi padre, por Alicia Menéndez Figueroa

La Directora de Por Esto!, Alicia Menéndez Figueroa, envía emotivas palabras a su padre, el fundador del periódico, Don Mario Renato Menéndez Rodríguez
martes, 16 de abril de 2024 · 09:50

Contigo aprendimos que el amor al prójimo es la razón de la existencia misma y la solidaridad entre los pueblos el deber ser.

Predicaste con el ejemplo y entregaste tu vida a una vocación que te hizo sentir pleno, lograste recorrer cuatro continentes y de todos me enseñaste que los problemas son los mismos; en cada casa, cada aldea, cada comunidad, cada ciudad aunque nos separen ideologías, creencias y costumbres distintas, la injusticia prevalece en cada una porque no todos los niños pueden ir a la escuela, porque no todos tiene qué comer; porque con cada madre que no puede ver a sus hijos crecer, con cada hombre que no pueda trabajar, con cada familia que no tenga medicinas, la injusticia prevalece.

Regresaste a tu tierra después de recorrer el mundo para enseñar cómo se hace el verdadero periodismo, recorriste las comunidades y confirmaste con tristeza, más no derrota, que los problemas seguían siendo los mismos.

Escuchaste a la gente y plasmaste en las paginas de PorEsto! el hartazgo por la insensibilidad de los políticos, los vicios, el egoísmo, pero también el profundo amor por el pueblo.

Querido lector, mi padre dejó este mundo con una convicción férrea de que juntos podemos cambiarlo si los problemas de unos, son los problemas de todos. Si la solidaridad contagia los corazones y buscamos soluciones para nuestros males, el mundo puede ser mejor.

Incansable hasta el final, me dejó la tarea de continuar con su lucha, y nunca claudicar, en busca del bien común.

México y este continente nuestro pierden al más grande periodista y luchador social, pero tu lucha, de más de setenta años, no fue en vano.

Ni en los momentos más oscuros perdiste la esperanza en nosotros como sociedad, los que continuamos orgullosos tampoco lo haremos porque nos diste un PorEsto! con Dignidad, Identidad y Soberanía.

Sin soltarme la mano te marchaste tranquilo, en paz. Me regaste tu último aliento, despacio, sin prisa y me dejaste por siempre con la inmensa dicha de saberme tu hija.

Agradezco a todos las muestras de cariño y apoyo.

Para atrás, ni para coger impulso.

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GC