Jóvenes de Acanceh cambian el huipil tradicional por vestidos
Los pobladores de Acanceh señalaron que cada vez son menos las jóvenes que usan el huipil tradicional, pues lo han sustituido por otras prendas
Las nuevas generaciones no se interesan en lo absoluto en el uso del huipil, traje regional yucateco, pues en la actualidad esta vestimenta es portada en su mayoría por mujeres de la tercera edad.
Cada vez son menos las jóvenes que en su día a día se ponen la citada prenda, puesto que al recorrer las calles del municipio se puede comprobar que las abuelitas son quienes se atavían con ellas, lo que han hecho desde su infancia.
Las razones de esta situación son muchas, entre ellas la falta de valoración de la riqueza cultural, la globalización e incluso la vergüenza inculcada hacia los orígenes ancestrales.
“Hoy en día no ves a adolescentes que usen huipil. Si acaso se ponen el terno tradicional, pero solo para exhibirlo y divertirse en las vaquerías o las fiestas populares, como si se tratara de un disfraz. No lo portan con orgullo y mucho menos se sienten identificadas con esta prenda”, comentó la pobladora Esperanza Pech Itzá.
La entrevistada dijo que actualmente ha notado un cambio en las tendencias de vestimenta juvenil, por lo que los trajes típicos han ido desapareciendo de los guardarropas femeninos en la Entidad, sustituidos en ocasiones por pantalones, faldas y blusas modernas.
“El huipil es una hermosa prenda bordada a mano, es más que una simple ropa para las mujeres mayas, es un símbolo de identidad cultural, una conexión tangible con las raíces y tradiciones de los antepasados. Sin embargo, en la actualidad muchas jóvenes han dejado de usarlo y una de las razones es la vergüenza que sienten hacia sus raíces”, explicó.
Por su parte, el maestro de Educación Indígena, Valerio Esteban Collí resaltó que la falta de educación y conocimiento sobre la importancia del huipil en la cultura maya también ha contribuido a su impopularidad.
Una realidad es que las adolescentes optan por no portar huipiles debido a que sus compañeros se burlan de ellas. “Los niños decían riéndose: ‘Ahí viene la mestiza’. Así lo pasé todo un curso escolar, ya no lo soporté y comencé a usar vestidos”, compartió la señorita Gloria V.
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NM
