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Lasráfagas de vientode más de 70 km/h generaron a partir del mediodía de este lunes de “puente”, diversas afectaciones, sobre todo en la costa de Progreso, por lo que este lapso, que se esperaba sea para beneficio del sector turístico, resultó perjudicial en el factor económico para los trabajadores de este ámbito, mientras que para los visitantes el peligro fue cercano a causa de los accidentes que generó el clima.
Desde la mañana de este lunes, ya persistían rachas de viento agresivas en la costa; sin embargo, esto no fue preocupación para la comunidad dedicada a las labores en la zona que comprende el malecón tradicional “Romeo Frías Bobadilla” y el malecón internacional.
Lo que no se imaginaron las decenas de trabajadores dedicados en su mayoría al área de la gastronomía, era que a partir del mediodía se desatarían mayores afectaciones que ocasionaron incluso un oleaje agresivo y que trajo agua hasta más de diez metros sobre la arena.
No faltó el miedo de varios bañistas que procedieron a llevarse a menores y abuelitos de esta parte del puerto, pues permanecía el peligro de generar ahogamientos para quienes se encontraban en el mar. Destaca que, por lo menos, no hubo lluvias, sino hasta el horario vespertino.
Momentos de alta tensión también se generaron hasta en zona segura pues no faltaron las palapas que volaban, así como también sombrillas pertenecientes a diversas áreas de trabajo que estuvieron a punto de generar lesiones a los bañistas que no abandonaron esta parte de la ciudad.
Espacios como la playa incluyente, se vio rodeada de agua y turistas que arriesgando integridad procedieron a tomar evidencia con sus teléfonos celulares a pesar de que ya recibían indicaciones de elementos de la SSP y la DSPT para tomar rumbo a resguardo.
Uno de los incidentes de mayor tensión, ocurrió en la calle 19 por 78 del mismo malecón tradicional, pues el anuncio de una tienda de autoservicio se desprendió, ocasionando que una madre y su pequeña, de aproximadamente ocho años de edad, entraran en crisis nerviosa.
Por fortuna, el objeto pesado y de casi dos metros de largo solo pasó a un costado de ambas y permaneció colgado hasta que entre el personal y algunos bañistas se procedió a descolgar este aparato. No faltaron los reclamos, pues el aparador ya mostraba varias señas de ser vulnerable a las ráfagas de aire.
Personal de la zona de arena, no perdió tiempo y aunque seguían llegando varios bañistas a Progreso, estos tomaron la decisión de guardar camastros, sombrillas y demás mobiliario para de esta manera poner fin a un lunes destinado a las ganancias que genera un “puente”.
Durante la llegada de la tarde, el mar invadió los espacios con los que cuenta el malecón internacional, generando que decenas de bañistas salgan de esta zona para buscar refugio y cuidar su integridad, pues tampoco faltaron los componentes que salieron volando con el aire agresivo.
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GC
