Equinoccio de Otoño 2023: ¿Dónde se podrá ver desde Yucatán?

Este sábado 23 de septiembre, en varias zonas arqueológica de Yucatán, se podrá presenciar el equinoccio de Otoño, para dar la bienvenida a una nueva estación
viernes, 22 de septiembre de 2023 · 09:01

Mañana sábado 23 de septiembre ocurrirá el equinoccio de otoño, un acontecimiento que tenían registrado los mayas en sus templos y que podrá observarse en diversas ciudades precolombinas del Estado, como Chichén Itzá, Dzibilchaltún y Oxkintok, entre otras urbes, informó el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa.

Este tipo de fenómenos muestra la increíble precisión de la astronomía maya integrada a su arquitectura, puesto que utilizaban al Sol como base para la planeación de sus vidas, debido a que dependían de la agricultura. Con el equinoccio de primavera comenzaban la siembra y con el de otoño la cosecha.

Salazar Gamboa destacó el conocimiento arqueoastronómico de los mayas, pues numerosos edificios de diversas ciudades precolombinas están alineados para marcar el fin del verano y el comienzo del Otoño.

El experto explicó que es posible apreciar estos fenómenos, como el descenso de la serpiente emplumada en Chichén Itzá, unos días antes y después del evento celeste: “Del 21 al 25 de este mes se aprecian fenómenos arqueoastronómicos en edificaciones de diversas urbes prehispánicas, tal es el caso de El Castillo de Chichén Itzá -reconocido como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo-, el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún, y el Arco Falso del Grupo Ah Canul de Oxkintok, principalmente”, subrayó el ganador del Premio Jaguar del Turismo 2020 de la Asociación Mexicana de la Industria Turística (AMIT) de Yucatán.

El coordinador del Grupo de Astronomía Hipatia de Alejandría del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) describió que en El Castillo de Chichén Itzá, Kukulcán repta por la alfarda Noroeste, suceso que se aprecia cuando la luz del Sol se filtra a través de siete triángulos isósceles. Esto se debe a que el detalle de diseño del templo permite que sus nueve niveles proyecten dichas iluminaciones: una serpiente luminosa y mágica que queda rematada por la cabeza pétrea del arranque de la alfarda. A esto se le se conoce como las hierofanías de los equinoccios, un fascinante juego de luces y sombras que dura aproximadamente 10 minutos y que se repite cada año durante el equinoccio de otoño y el de primavera, tres horas antes del ocaso.

Para empezar, las primeras sombras de los cuerpos superiores de la pirámide comienzan a dibujar los triángulos isósceles que conforman el cuerpo de la Serpiente Emplumada. Poco a poco, la sombra avanza hacia la cabeza en forma de reptil situada en la parte inferior del lateral de la escalera.

Durante este momento mágico, la Serpiente de Kukulcán desciende por las escaleras de la pirámide llamada El Castillo. Poco después, esta figura comienza a disiparse para clausurar un proceso que dura más o menos 45 minutos desde su comienzo hasta su culminación.

La determinación del equinoccio de otoño también se observa en Dzibilchaltún, que significa “donde hay estructuras sobre piedras planas” o “lugar donde hay escritura en las piedras”, por las numerosas lápidas que se encontraron en el sitio. Cuando Kin, dios del Sol, ingresa al Templo de las Siete Muñecas (nombrado así porque justo bajo el piso de su cámara principal se encontró una ofrenda que contenía siete figuras de barro con forma humana) a través de las ventanas y puertas, la silueta del Astro Rey va avanzando hasta posarse justo atrás del centro del edificio.

Mientras que en Oxkintok, que significa “tres soles cortantes”, Kin ilumina totalmente el Arco Falso del Grupo Ah Canul. Al amanecer, el astro se eleva ubicándose justo detrás del arco, para posteriormente crear un juego de luces y sombras sobre una bóveda, la cual, de acuerdo con José Huchim Herrera, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), era un temazcal utilizado por los mayas para purificar a los sacerdotes a través de los primeros rayos del Sol durante el equinoccio. Tras limpiarse, éstos se colocaban entre el cuarto y el arco sobre un cuadrado, elemento primordial durante el ritual que era bañado por la luz del Sol, que al elevarse en el cielo proyecta una sombra utilizando al arco, dejando pasar la iluminación hasta alcanzar a los sacerdotes mayas.

El atractivo principal de Oxkintok es su arquitectura, la que se caracteriza por tener influencia de El Petén guatemalteco, aunque también tiene detalles del Período Preclásico y Clásico Temprano (del año 300 al 600 d.c.), cuando apenas iniciaban las construcciones en la Ruta Puuc, por lo que sirve de puente entre ambos estilos. Esta zona arqueológica está dividida en tres conjuntos: Ah Canul, Ah Dzib y Ah May, que llegaron a ser sedes del Gobierno de los mayas en dicha región.

Eddie Salazar, también ganador del Premio al Maestro Distinguido del Estado de Yucatán 2021, detalló que el fenómeno arqueastronómico del equinoccio no se registra en todas las ciudades precolombinas mayas de Yucatán, ya que en el caso del Palacio del Gobernador de Uxmal y La Pirámide de Mayapán sólo se aprecia durante el solsticio de invierno, que acontece el 22 de diciembre.

El profesor emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) explicó que la posición geográfica de la península de Yucatán con respecto al ecuador provoca que la igualdad de los días no se registre justamente en el equinoccio, sino con casi una semana de diferencia.

“Es evento significa la equidad del día y la noche, pero esto sólo se aprecia en países cercanos al ecuador terrestre, mientras que la península de Yucatán está cerca del Trópico de Cáncer”, agregó.

Es decir, “el motivo por el cual la partición del día y la noche no coincide el día exacto del cambio de la estación se debe a la ubicación geográfica de la península de Yucatán con respecto al ecuador terrestre”.

Curiosamente, en esta región del país el equinoccio de primavera ocurre casi seis días antes, mientras que la igualdad correspondiente al otoño se da seis días después.

Explicó que mañana el Sol saldrá a las 5:47 horas y se pondrá a las 17:48, por lo que el día tendrá una duración de 12 horas con seis minutos. Mientras que el próximo viernes 29 el Sol arribará a las 5:48 horas y se ocultará a las 17:48, es decir, tanto el día como la noche durarán 12 horas.

Por consiguiente, el profesor aclaró que con este cambio de estación concluye el regreso del Sol luego de su viaje al Norte, ya que esa fecha saldrá justamente por el Oriente, pero comienza su trayectoria hacia al Sur.

Salazar Gamboa reconoció que la observación de los fenómenos arqueoastronómicos relacionados con el equinoccio de otoño es difícil de apreciar, dado que aún se está en la temporada de ciclones tropicales y está por comenzar el período de los frentes fríos, por lo que la mayor parte de las tardes está nublada.

Señaló que el otoño tendrá una duración de 89.84 días, temporada que se caracteriza por una disminución diaria de la luz natural y por ende, un aumento de la oscuridad.

Finalmente, Salazar Gamboa indicó que este año la primavera duró 93 días, el verano abarcó una cantidad similar, mientras que el otoño constará de casi 90 días y el invierno de 89 días.

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LV