En Yucatán, niños y mujeres lideran la lista de suicidios; se registran dos cada tercer día

En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio -fechado por la Organización Mundial de la Salud el 10 de septiembre-, Yucatán acumula 160 casos, prácticamente dos cada tercer día, en promedio, hasta septiembre de este año.

Sin embargo, los “síntomas” de alerta en este 2023 son el aumento en la cifra de muertes autoinfligidas de niños, ancianos y mujeres: en el primer caso, en 2022, se registraron seis y hasta el 7 de septiembre había ocho; en los adultos mayores, hubo nueve y hoy son 12. Las víctimas del sexo femenino ya igualaron la cifra de 2022: 27, pero aún restan poco más de tres meses y medio.

En opinión del presidente de la Asociación Yucateca de Suicidología (AYUS), Edgardo Flores Herrera, la mayoría de los suicidios son evitables, pero se requiere el compromiso de toda la sociedad.

Además, en la actualidad, según los especialistas, se suma otro “factor desencadenante” de esta fatal decisión: la discriminación y el rechazo a los integrantes de la comunidad LGBTIAQ+, que en Yucatán tienen una fuerza importante porque es la entidad con mayor número de personas de este sector poblacional en el país.

De hecho, el tema tiene más de una cara: la presidenta de la asociación civil Ancla de la Esperanza, Rita Ortiz Monreal, en el círculo de un suicida, emocionalmente y anímicamente resultan víctimas indirectas hasta 135 personas, entre familiares, amigos y conocidos, afectación que resulta otro factor de riesgo, porque el dolor causado puede tener más desenlaces fatales. En años recientes, se conoció el caso del suicidio de un joven de 17 años, hijo del integrante de un trío musical muy conocido en Yucatán; a los pocos meses, el padre, también salió por la puerta falsa.

Las cifras son escalofriantes: hasta el día 250 del año (7 de septiembre), Yucatán acumulaba 160

160 muertes autoinfligidas, promedio de 1.5 por día o dos cada tres días; de éstas, 83 por ciento fueron varones, recuerda Flores Herrera. El 94 por ciento de los auto flagelos han sido por ahorcamiento, ya que es la forma más barata y que está más a la mano, según detallaron especialistas forenses.

En años recientes, se ha observado una tendencia al alza: en 2022 se contabilizaron 278 casos; en 2021, 275; en 2020, 246; 2019, 245; y 2018; 235. En promedio, en Yucatán al año se registran 200 suicidios e incluso en 2021, año de pandemia, la cifra rebasó los 300 registros,

Un conteo propio revela aumento en la cifra de menores de edad: el año pasado fueron seis y este año van ocho casos. También de ancianos: en 2022, fueron nueve y actualmente suman 12; las mujeres han alcanzado la cifra del año pasado con 27; por cierto, en tan sólo 24 horas, del domingo 3 al lunes 4 de septiembre tres personas del sexo femenino acabaron con su vida.

En cuanto a la muerte de los menores, se han dado en Progreso, Tekit, Maní, Tekom, Homún, Valladolid y en Mérida son dos casos, uno en Cinco Colonias y el otro en una casa del Centro de la ciudad.

La distribución espacial de los casos revela que Mérida encabeza la lista, con tres de cada 10 casos (58), “concentrados” en Ciudad Caucel y Plan de Ayala Sur, con cuatro; Cinco Colonias con 3; Juan Pablo II, Bojórquez, Dzununcán, Emiliano Zapata Sur, fraccionamiento Yucalpetén y Centro, con dos cada uno.

El interior del Estado registra 101 muertes por propia mano: Kanasín “lidera” con 23; Tizimín lleva nueve; Valladolid ocho; Progreso siete; Umán cuatro; Chicxulub Puerto, Motul, Temozón y Peto, tres cada uno; Hunucmá, Muna, Oxkutzcab, Espita, Buctzotz, Tzucacab y Tepakán, con dos cada uno.

¿Presión social?

Factores como los roles del machismo y la discriminación a la comunidad LGBTIAQ+, pueden ser detonantes, según señalan especialistas a Por Esto!

“Desafortunadamente, en un afán explicativo, algunas veces se dan perspectivas reduccionistas que pretenden explicar desde una, o pocas variables, las circunstancias que llevaron a una persona a cometer el acto suicida”, sentenció, en entrevista, Edgardo Flores Herrera.

“Se dice que ocurre porque tenía problemas económicos, porque terminó con su pareja, porque tenía depresión… Si bien, estos ejemplos son factores que pueden contribuir a ello, no necesariamente explican en su totalidad la razón por la que alguien consume o intente suicidarse. Y esto es importante entenderlo, porque si queremos realizar lo posible para prevenirlo, hay que abordarlo desde la amplitud que el tema concierne”, expuso.

El especialista reiteró que los suicidios se pueden prevenir, “esto se debe tener presente siempre. La gran mayoría de los suicidios son evitables”.

Explicó que una de las hipótesis, es que los hombres desarrollan problemas de salud mental por las creencias que giran en torno a la masculinidad, pues como varones es muy difícil expresar lo que sienten o conectar con las emociones y entenderlas. Al hombre no le enseñaron a tener autocuidado tanto en de nuestro cuerpo como nuestra mente.

El psicoterapeuta destacó que tres de cada cuatro suicidios son en hombres, lo que significa que el género masculino prefiere “acabar con su sufrimiento” antes de pedir ayuda. “A una mujer se le es más fácil pedir ayuda, pese a que le temen al qué dirán, pero saben que se les entenderá porque lamentablemente son consideradas personas frágiles, precisamente por este machismo, mientras que en los hombres no está normalizado; hay quienes cuidan su físico, pero cuando se trata de salud mental se cierran y prefieren lidiar con sus emociones con el alcohol y otras sustancias que pedir ayuda, porque se enfrentan a burlas, señalamientos de otros mismos varones y eso los cierra”, agregó.

Factores de mayor riesgo

Yucatán es la entidad federativa con mayor población LGBTIAQ+ y ocupa el primer lugar en discriminación a nivel nacional, lo que incrementa la idea suicida dentro de las llamadas minorías, detalló la conferencista y psicóloga clínica Gabriela Díaz Molina. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi), el 8.3 por ciento de la población local pertenece a este sector, porcentaje superior a la media nacional que es de 5.3 por ciento, sin embargo, lo más desalentador es que también se encuentra en el primer lugar con respecto a la discriminación, convirtiéndolos en un sector vulnerable así como otras minorías.

“Considerando que es un colectivo donde se presentan altas tasas de muertes por suicidio o de intento de suicidio, de conductas autolesivas entre otras es relevante poner sobre la mesa este tema. Las estadísticas muestran que las personas de la comunidad LGBT mayores de 15 años suelen tener problemas emocionales: el Inegi dice que el 88.7 por ciento padece estrés, el 64.9 por ciento angustia, miedo o ansiedad, el 61 por ciento insomnios, el 60.9 por ciento aumento de apetito o peso y el 50.9 por ciento depresiones, que pueden tener varios al mismo tiempo -dijo.

Señaló que, de esta población al menos el 26.1 por ciento ha tenido ideas suicidas y de estos el 14.2 por ciento ha intentado quitarse la vida.

Explicó que entre los factores por los cuales han tenido estas ideas de quitarse la vida o lo han intentado están los problemas familiares y de pareja, problemas en la escuela, el bullying que reciben, el rechazo, las burlas, problemas económicos, e incluso han tenido discriminación en sus centros de trabajo.

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LV