Paraíso Sisal, proyecto inmobiliario que vende 'castillos de arena': Oceana

Miguel Rivas, de Santuarios Marinos de la organización internacional, y el consultor ambiental Porfirio Mandujano coinciden en que la erosión acabará con el complejo inmobiliario de los hermanos Víctor y Manuel Campos Agüero: “es una bomba de tiempo”, dicen los expertos
domingo, 30 de abril de 2023 · 08:50

La ambición de los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero está poniendo en riesgo la zona protegida de El Palmar y, lo que es peor, lo que están vendiendo posiblemente sea un producto inviable: “Cuando los intereses particulares se dan sobre la duna costera, queriendo entrar lo más que se pueda a la línea del mar, generan afectaciones tanto a la ecología en general como a un área natural protegida”, expuso Miguel Rivas Soto, director de Santuarios Marinos de Oceana, sobre la situación en el Pueblo Mágico.

“Ahí es donde vemos con preocupación que quieran construir sobre la duna costera; a veces valoramos poco la importancia que tiene la línea de costa, que evita la erosión y que el mar se vaya comiendo la playa”, expuso.

Así, los desarrollos inmobiliarios en la costa como Paraíso Sisal resultan “una bomba de tiempo”, pues al igual que otras estructuras que se encuentran próximas al litoral corren el riesgo de quedar bajo el agua, advirtió, por su parte, Porfirio Mandujano Sánchez, consultor ambiental independiente.

El experto cuestionó la inacción de ciertas autoridades sobre este desarrollo, proyectado sobre un terreno que alguna vez formó parte de una reserva: ¿en dónde está la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que le permite la factibilidad para poder asentarse cuando las necesidades de agua son evidentes?, ¿cómo lo va a obtener?, y todos estos argumentos fueron presentados en un proyecto y si fueron aprobados habría que revisar qué argumentos presentaron”, sostuvo.

POR ESTO! Consultó a ambos especialistas sobre las irregularidades que resaltan en un proyecto a todas luces depredador de la línea del litoral, pues, como hemos informado, la primera duna costera -que era la defensa natural del propio complejo habitacional- desapareció en pocos años y el mar está avanzando hacia las aún incipientes construcciones.

El desarrollo inmobiliario fue proyectado por un grupúsculo de empresarios que lograron las simpatías de funcionarios estatales y federales para hacerse del alargado terrenos que formaba parte de la Reserva Estatal El Palmar y para dividirlo en terrenos que venden en poco más de medio millón de pesos por metro lineal.

Paraíso Sisal ofrece en la descripción de su sitio web “playa virgen de la costa yucateca” y agrega que se tienen dos opciones para comprar: “Ya sea que elijas tú mismo la construcción de tu hogar o te decidas por adquirir un lote con habitación construida”.

No obstante, ante la erosión natural y la imposibilidad de precisar sus afectaciones con el paso de los años, quienes adquieran un terreno o propiedad ahí, corren el riesgo de hacerse de un castillo de arena. Las edificaciones podrían dañarse permanentemente con la erosión e incluso venirse abajo, reiteró Rivas Soto.

“Eso afecta muchas veces a las mismas construcciones. Es una afectación natural porque la costa queda más desprotegida a los vientos y las marejadas. Y como consecuencia va a tener afectaciones a las construcciones, les va a entrar el agua y a los cimientos se les tendrá que dar un constante mantenimiento”, explicó el directivo de la organización internacional Oceana, enfocada en el cuidado y rescate de los mares en el mundo.

De hecho, debido a que la erosión ya causó estragos para los propietarios de casas en Paraíso Sisal, en una acción desesperada e ilegal, los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero, colocaron geotubos, un acción calificada de ilegal por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que clausuró las 50 estructuras que socavan la arena en casi mil 800 metros de playa.

El ecólogo indicó que estos tubos textiles que le quitan fuerza al mar, “en realidad son parches” porque no hay la certeza de saber qué va a pasar y es latente el riesgo de que el mar pueda superar la línea de costa y llegue a las construcciones. “Estamos bajo una condición de crisis climática que hace que los eventos naturales sean cada vez más extremos.

“No podemos prever este tipo de sucesos en el futuro, por lo que las remediaciones (geotubos) quedan cortas al no considerar estos fenómenos climáticos y no hay garantías”, reiteró. Y sostuvo: “Las personas que formen parte de este complejo están poniendo en riesgo su inversión”.

“El dinero privado se ocupa en estas construcciones que están mal diseñadas, que no están diseñadas conforme a la línea de la naturaleza”, apuntó. De persistir estas prácticas, “solo va a encarecer el proyecto y no lo va a hacer viable”, aseveró Rivas Soto.

Por su parte, Mandujano Sánchez aconsejó formar un grupo de expertos que revise proyectos de desarrollo inmobiliario en el litoral, ya que existen diversos factores ambientales que permitirían o no la construcción de complejos habitacionales, pues el impacto podría ser irreversible si no se utiliza la tecnología adecuada; incluso, recomendó que un tercer organismo supervise los permisos que proporcionan la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado.

“Ahí se debe presentar argumentos de si es factible o no más allá de lo legal, y al ser evaluado por parte de estos organismos y ser aprobados, está dando pie a este tipo de complejos, este tipo de complejos existen por que alguna autoridad le permitió la existencia”, comentó Mandujano Sánchez.

El consultor señaló que, un grupo de expertos ambientalistas deberían acudir para verificar cuánto impacta y de qué manera al ecosistema, toda vez que afirmó que no existe el nulo impacto, pues aseguró que el ser humano contamina desde que nace con la placenta.

“¿En dónde está la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que le permite la factibilidad para poder asentarse cuando las necesidades de agua son evidentes, cómo lo va a obtener?, y todos estos argumentos fueron presentados en un proyecto y si fueron aprobados habría que revisar que argumentos presentaron”, sostuvo el consultor ambiental.

Indicó que, aunque todo proyecto es factible, surge un término que llamado “costos”, esto para determinar si se puede sacar agua libremente o extraer agua de mantos acuíferos donde el agua es salada. “No es solo decir voy a hacer pozos, pues como en los desarrollos que hay en sitios como Miami, Cancún, sí se tiene que aplicar tecnología de ultrafiltración que es la ósmosis inversa la cual es de inversión millonaria, porque existe la posibilidad, el problema es que a veces quieren hacer el proyecto tan barato, que no replican tecnologías caras para sustentarse que evitarían la contaminación o sobre explotación de ciertos recursos de cualquier tipos, porque muchos solo utilizan ciertas paliativas que en realidad no es la solución y se vuelve un problema, pero esto tendría que ser evaluado por las autoridades pertinentes y expertos”, externó.

“Yo estoy de acuerdo en el crecimiento económico y no satanizo las inmobiliarias, pero hay que asegurarse que tengan todos los elementos técnicos, cuál es su impacto, qué tecnología aplican, cómo daña el medioambiente y cómo podemos revertir o aminorar esto, porque todos contaminan, pero el cómo y cuánto es lo que hay que ver y determinarlo por un grupo de expertos”.

Continuará…

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LV