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Expertos biólogos han declarado que el Paraíso Sisal de los hermanos Campos Agüero podría llegar a su fin. Al parecer, sería la naturaleza quien acabaría con la lujosa construcción, en la cual diversos empresarios y extranjeros han destinado millonarias inversiones.
Pero, ¿de qué manera, la naturaleza sería capaz de acabar con el Paraíso-infierno construido por el Cártel de Sisal? Aquí lo que dicen los investigadores sobre esta bomba de tiempo.
El doctor en geografía Manuel Xool asegura que la naturaleza ha reclamado su territorio antes. Ya que es algo que se puede ver actualmente en las costas de lugares como Chuburná, Chelem y Chicxulub.
En estos, lo que se le llama erosión ha acabado con la arena y la construcción sobre esta. De tal manera que las construcciones quedarán sumergidas en el mar.
La erosión de la que hablan los investigadores es un fenómeno que existe desde hace mucho tiempo en las costas de Yucatán; Sisal se encuentra entre las zonas más vulnerables.
Esta sucede debido al relieve llano de las costas de Yucatán, el cual está expuesto a los fenómenos naturales. Las dunas son las que aminoraban el impacto en las zonas, pero debido a los cambios en el uso de suelo, han desaparecido estas 'barreras naturales' (Cinestav).
Además de Manuel Xool, el supervisor de Ducks Unlimited de México A.C, David Canul Rosado; ha declarado que básicamente los compradores de los lotes de Paraíso Sisal están tirando al mar su dinero. Christian Appendini, de la misma asociación, declara que pese a los intentos de los hermanos Campos Agüero por frenar a la naturaleza, no habrá manera de detenerla.
Fueron los mismos expertos, quienes señalaron que a erosión avanza a pasos grandes. Ya que el mar puede llegar a avanzar hasta tres metros al año; lo cual apunta a que el tiempo del lujoso complejo inmobiliario Paraíso Sisal tiene los años contados.
Por otra parte, los científicos y ambientalistas de Yucatán rechazan también por completo el proyecto. Debido a que el envenenamiento de los ecocidas no sólo se queda en el ambiente costero, sino que se extiende hasta los manglares.
Al igual que reduce el dióxido de carbono, el gas que dispara el calentamiento global.
En lo que todos los expertos, investigadores, ambientalistas y científicos coinciden es en que no hay marcha atrás. El daño del Cártel de Sisal ya está hecho.
Ni los geotubos o escolleras, ni las reef ball, ni nada que se invente, podrá frenar el daño. No hay nada que detenga a la naturaleza.
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CC
