Este es el daño que hacen las granjas de Kekén a los cenotes de Yucatán

En un seminario, el Consejo Civil Mexicano Sivilcultura Sostenible informó cómo es el impacto de las granjas porcícolas en Yucatán
martes, 28 de marzo de 2023 · 08:15

Tras el problema en el Estado por la contaminación que causan las granjas porcícolas, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (Ccmss) realizó el “Seminario Universitario de Sociedad, Medioambiente e Instituciones”, en el que subrayó el impacto socioecológico de esta industria, así como de los conflictos derivados del rechazo de las comunidades a las megagranjas porcinas, como las que opera Grupo Porcícola Mexicano (GPM), con la marca Kekén.

Yaneli Aguilar señaló que Yucatán se caracterizaba por ser una zona con suelos de tipo kárstico, lo que se ha convertido en riesgo para el manto freático, ya que es el foco de la expansión de la industria porcina por su ubicación estratégica y la cantidad de recursos con los que aún cuenta, como el agua

“Según un estudio realizado por Greenpeace, en Yucatán hay 257 granjas porcícolas, el 47 por ciento de las cuales se encuentra en áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad distribuida en una zona con suelos porosos, que presentan una alta porosidad que permite el transporte de los residuos líquidos en forma descendente”.

“Esto conlleva a que haya grandes impactos ambientales a los acuíferos, incluidos los cenotes, que son muy importantes para la comunidad maya, además contribuyen a la deforestación y pérdida de la biodiversidad y daños del ecosistema”, aseguró.

Enfatizó que esta megaindustria de producción de cerdo causa cada vez más problemas en las comunidades, por la generación de grandes cantidades de aguas residuales que tienen mucha carga orgánica y como es fácil que accedan al agua (cenotes) son sitios de alta vulnerabilidad.

“Un cerdo produce cuatro veces más desechos que un humano y aunque nos quieren decir que esta industria es sustentable, realmente es un mito, son proyectos extractivistas”, aseguró.

“Nos crean una ilusión al hablar de granja donde hay animales andando libres cuando no es así, los animales están confinados y están siendo bombardeados de hormonas, de medicamentos en los alimentos para que su ciclo de vida sean más rápido y que se exporten”, explicó.

Indicó que por el volumen de aguas residuales que manejan las megagranjas no hay un sistema que pueda soportarlo. “Es mentira que haya un sistema que lo soporte, menos en zonas kársticas con suelos de cinco de 10 cm o de 20 centímetros, esto es extremadamente pedregoso y menos si nuestro suelo es clasificado con conductos a los cenotes, es prácticamente imposible que estas zonas con estos suelos puedan retener y transformar tantas cantidades de desechos, menos con agroquímicos”, dijo.

Señaló que entre los daños que ocasionan las granjas porcícolas está la contaminación de cuerpos de agua, degradación de suelos por la salinización, que genera pérdida de la vegetación nativa o de cultivo de años, pérdida de la biodiversidad, entre otros.

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CC