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Por cuarto día se mantiene contingencia ambiental en la CDMX
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A 15 años de que fue elaborado el diagnóstico del Programa Parcial de Desarrollo Urbano (PPDU), la situación de la sub comisaría Santa Gertrudis Copó se ha deteriorado en vez de mejorar, sobre todo por el fenómeno de la “gentrificación”, que se traduce en la “invasión” de números edificios y torres habitacionales como Aantik, en la comunidad maya, una muestra de la desatención del Ayuntamiento de Mérida, encabezado en los seis años recientes por Renán Barrera Concha.
En vez de atender los problemas detectados en la comisaría, planteados por el Programa que data de noviembre de 2008 (según el Diario Oficial del Estado de Yucatán), que quedaron desfasados ante la falta equipamiento y programas sociales en la comunidad, las autoridades municipales se han dedicado a dar permisos para construir desarrollos habitacionales de lujo, con privilegios, que prácticamente hay encajonado a la comunidad.
El crecimiento urbano en la zona no ha estado acompañado de una adecuada planeación integral ni inversión pública para generar infraestructura vial, transporte eficiente, mitigación de riesgos y provisión de servicios básicos a la población. En contraparte, los problemas como la contaminación, asentamientos irregulares y problemas de tráfico se han incrementado, y no hay políticas ni recursos para mitigarlos…y siguen creciendo.
La situación de Santa Gertrudis Copó en 2008 evidenciaba varias amenazas y debilidades que ponían en riesgo el desarrollo adecuado de esta zona estratégica, según este diagnóstico. Destacaban la ausencia total de equipamiento de salud, la falta de transporte público adecuado, de infraestructura vial y de alumbrado, así como el abandono de sitios patrimoniales históricos. Se identificaba una falta de atención y programas sociales para la población local por parte de las autoridades.
Las amenazas se enfocaban en cuatro ejes principales: contaminación, asentamientos irregulares, especulación de tierras y problemas viales. La polución por industrias dentro y alrededor del área era un problema grave. La invasión de tierras era también un riesgo latente.
Además, se reconocía un proceso de “especulación de tierras” por distintos actores como amenaza al desarrollo ordenado. Finalmente, desde esa época había problemas serios de tráfico y conflictos viales en vías primarias como el periférico y la carretera a Progreso. Específicamente, en cuanto a vialidad, en 2008 ya se registraban problemas de congestionamiento vehicular en intersecciones importantes como el Periférico Manuel Berzunza y en vialidades primarias como la carretera a Progreso.
En 2023, con el aumento sustancial del parque vehicular en la zona metropolitana, estos problemas de tráfico se han incrementado, especialmente en horas pico, sin que se hayan llevado a cabo acciones para ampliar la capacidad vial disponible.
Asimismo, el transporte público era insuficiente en 2008, con solo 5 rutas cubriendo la zona y con frecuencias irregulares de 30 minutos en promedio. Actualmente, la demanda de transporte ha crecido, pero la cobertura, frecuencia y calidad del servicio no han mejorado, resultando inadecuado para la población residente.
En 2008 había una total carencia de equipamiento de salud y abandono de sitios patrimoniales en Santa Gertrudis Copó. Aunque actualmente existen algunos servicios y comercios para los residentes, siguen faltando espacios para salud, áreas públicas, programas sociales y estrategias para rescatar el patrimonio histórico del área.
Hoy en día prevalecen las mismas vulnerabilidades, sin programas integrales de prevención de riesgos y atención de contingencias.
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LV
