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Celestún es uno de los destinos turísticos más populares en Yucatán que se caracteriza por sus hermosas playas, la presencia de manglares y los flamencos, uno de los mayores atractivos de la zona costera al Noroeste de la entidad.
Pero sin duda, existe un lugar que llama la atención por su aspecto "desértico" y sin vida, se trata del bosque petrificado de Tampetén, donde se puede encontrar un escenario lúgubre con árboles sin hojas y de formaciones extrañas.
Los árboles secos se encuentran sostenidos por sus raíces sumergidas en el agua y se puede visitar en un recorrido en lancha por la Reserva de las Biosfera de Celestún. Está cubierto de manglar blanco que permanecieron de pie luego de recibir las fuertes ráfagas de vientos tras el paso de un huracán.
Este efecto no se debe a algún fenómeno sin explicación, pues han tomado esta forma por la sal que ha absorbido en sus raíces y madera lo que los mantiene como si fuera de piedra.
A primera vista pareciera un bosque fue arrasado por algún cataclismo, por los grandes troncos grises que se levantan como fantasmas pétreos e inamovibles.
El suelo es un poco inestable debido a la gran materia orgánica que lo compone y esto hace que las arenas sean un poco movedizas.
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AA
