Violencia de género en Yucatán: Mujeres agredidas, las otras víctimas del clasismo y gentrificación

Las mujeres que sufren violencia de género son víctimas del clasismo y la gentrificación; cuando denuncian existen diversas trabas
domingo, 12 de noviembre de 2023 · 11:33

Las mujeres agredidas son las otras víctimas del clasismo y la gentrificación, pues por motivos económicos o por miedo a perder estatus se ven obligadas a permanecer con sus agresores; además, cuando deciden interponer una denuncia se enfrentan a muchas trabas y no reciben respuestas necesarias e inmediatas, señaló la directora de Igualdad Sustantiva en Yucatán, Kelly Ramírez Alpuche.

Agregó que es más rápido que a una mujer en estado de violencia la condenen por defenderse, en vez de castigar a su agresor.

Uno de los mayores retos que enfrentan las mujeres que sufren violencia de género es la gentrificación, comentó que a la asociación que dirige se han acercado personas de otros estados que llegan con sus parejas a vivir en Yucatán y que son dependientes en su totalidad del hombre; sin embargo, cuando sufren este tipo de situaciones no pueden sustentarse por falta de trabajo, lo costoso de la ciudad y la falta de apoyo de familiares cercanos.

Nery Morales

“Parte de lo que enfrentan en la ciudad las mujeres es el mercado laboral, que penaliza esta atribución social que estableció para las mujeres con salarios inferiores, porque se les dan trabajos a tiempo parcial y con eso desaparecen de la parte superior de la escala laboral y fomentan su intermitencia”.

Sin embargo, recaló que en primer término la realidad que vive la mujer yucateca es que le cuesta darse cuenta de que vive esa violencia, hasta que se encuentran en un estado grave, físico o mental.  Añadió que a las mujeres se les presuponen dos condiciones biológicas que determinan su rol social, la primera condición, ineludible, en la construcción de una mujer, es la sumisión.

Nery Morales

Y la segunda, es ser “la cuidadora perfecta”, porque se les presupone la capacidad innata de cuidar, una condición ligada a la otra, ya que sin ser sumisas y entregadas a los demás no pueden ser las mejores cuidadoras.

“Es similar el caso de las mujeres indígenas que están cerradas, con estereotipos e ideologías de micromachismos y es más difícil para ellas salir de esta zona de violencia; desde sus lugares de origen no reciben la ayuda que necesitan y viajan a la ciudad, pero se encuentran con algo más difícil, un entorno de machismo mayor”, concluyó.

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NM