Eclipse solar 2023: Así se vivió en los municipios el fenómeno astronómico

Los municipios de Yucatán vivieron el eclipse con eventos culturales y científicos donde las personas fueron partícipes de ellas

Miles de personas se dieron cita para apreciar el eclipse anular de Sol, también llamado anillo de fuego, en diversas localidades de la Entidad, donde el Gobierno estatal y municipal, así como organizaciones independientes prepararon diversos eventos culturales y científicos alusivos al fenómeno natural. Durante la jornada llamó la atención la presencia de niños, que además participaron en algunas actividades realizadas en sus centros educativos.

En Hunucmá, desde las primeras horas del día se registró un gran tráfico vehicular rumbo al Pueblo Mágico de Sisal, donde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alistó varios telescopios y gafas especiales para observar el fenómeno, en las instalaciones de la unidad académica.

No todos pudieron llegar a Sisal, algunos prefirieron quedarse en la cabecera, donde un grupo jaranero bailó en el parque central, “como un saludo al dios KinChil, así como un agradecimiento por el regalo de una vida nueva, abundantes cosechas y también por la paz en el mundo”, señalaron los asistentes.

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Cuando las manecillas del reloj marcaron las 11:22 horas, la luz de los rayos solares quedó amarilla, el viento se detuvo dejando sin movimiento las hojas y ramas de los árboles y se sintió un calor sofocante, como un presagio de que el Astro Rey se estaba comiendo a la Luna, por lo que muchas familias salieron a la puerta de sus domicilios para averiguar qué sucedía.

En Sisal, el eclipse fue beneficioso para los comerciantes, ya que todas las palapas de la playa se rentaron a un costo de hasta 250 pesos por día, mientras que los restaurantes reportaron un lleno total.

Al mismo tiempo, en Tekax, otro Pueblo Mágico, se ofreció una serie de eventos en el pie de La Ermita a cargo de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), la Secretaría de la Cultura y el Ayuntamiento, donde cientos de personas locales y visitantes de diversos puntos del Estado y el país disfrutaron este hecho astronómico. En punto de las 10:00 horas comenzó el Festival del Eclipse Solar Anular 2023, que se distinguió por presentar una ceremonia maya a cargo del chamán Pedro Ayuso, oriundo del municipio de Muna.

Por otra parte, numerosos asistentes optaron por subirse a La Ermita para admirar desde lo alto el acontecimiento.

Una de las dinámicas que más captó la atención fue la plática “El jaguar el cielo nocturno y los eclipses”, impartida por Anuar Hernández, responsable del Programa de Conservación de Felinos y sus Presas, en Pronatura Península de Yucatán A.C. El ponente relató que a este tipo de fenómenos también se les conoce como Eclipses del Amor, ya que según una leyenda, la Luna y el Sol siempre estuvieron enamorados, pero nunca podían encontrarse debido a que uno salía cuando el otro se ocultaba, por lo que Dios, en su infinita bondad, creó el eclipse como prueba de que en el mundo no existe el amor imposible y al llegar el evento astronómico la Luna y el Sol se abrazan y se dan un beso.

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Mientras que, en el Pueblo Mágico de Izamal, más 2 mil personas, entre turistas extranjeros y nacionales, así como habitantes de la hermosa Ciudad Amarilla, se dieron cita en la Pirámide Kinich Kakmó para contemplar el fenómeno.

Los ciudadanos hicieron una fila a las puertas de la plataforma prehispánica para recibir sus lentes y que pudieran observar el eclipse; en total, se entregaron 500. Además, muchos niños prepararon sus cajas para poder ver el reflejo del eclipse y otras personas llevaron cristales de soldador.

El Tizimín, la Unidad Multidisciplinaria local, realizó una serie de actividades denominada “Una mirada al cielo desde el Oriente”, donde más de 250 familias se hicieron presentes y tuvieron la oportunidad de conocer un poco más acerca de este acontecimiento de manera científica y astronómica, pero también desde un enfoque cultural.

Cinthia Maribel González Segura, coordinadora de las dinámicas junto con Javier Cen, representante del Voluntariado UADY, informaron que se instaló un tendedero en el que las personas plasmaron lo que sabían acerca de estos fenómenos, expresando creencias tales como que no se debe salir de casa por considerar el eclipse sagrado y misterioso; no salir a sembrar; golpear ollas y hacer disparos para que la Luna o el Jaguar suelte al Sol que se está comiendo; también expusieron que las mujeres embarazadas no deben rascarse durante el eclipse para que su bebe no nazca con una mancha en la piel popularmente llamada chibaluna.

Por su parte, el ingeniero Julio César Espinoza Quintal llevó una careta al parque principal para invitar a las personas a apreciar el evento. Señaló que esta iniciativa surgió a raíz de que en el pueblo casi nadie se interesó por brindar las facilidades a los habitantes para poder presenciar este fenómeno en vivo, ya que la mayoría únicamente le dio seguimiento a través de las redes sociales.

Asimismo, el ingeniero estuvo pendiente de que quienes accedían a observar el eclipse a través de la careta no duraran más de 12 segundos, de manera que al concluir este lapso les pedía que miraran hacia otro lado con los ojos cerrados por unos segundos para evitar posibles afecciones visuales.

En Maxcanú, niños, jóvenes y adultos se concentraron desde temprano en la explanada de la plaza principal, equipados con aparatos diseñados artesanalmente, como cajas, cartones y cintas, que contrastaban con los telescopios, filtros solares y lentes obscuros avalados por los expertos. Muchos gritaron de júbilo al observar el ocultamiento del Sol, que solo dejó visible el anillo de fuego.

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Numerosos vecinos tomaron precauciones y evitaron por completo mirar al cielo para no ver directamente el evento, mientras que otros prefirieron quedarse en casa con la finalidad de prevenir alguna contrariedad, o por miedo a los mitos sobre perder la vista.

En Chocholá, en varias calles de la localidad, se vio a padres de familia que les contaban a sus hijos que los eclipses se producen cuando la Luna tapa al Sol, aunque también les compartieron leyendas sobre que el Astro Rey se estaba comiendo a nuestro satélite natural y era necesario hacer ruido.

También muchos adolescentes que cargaron con su par de lentes acudieron a la plaza principal para observar el evento astronómico, aunque se sorprendieron al darse cuenta de que en las sombras de los árboles también se notó la presencia de la Luna.

En Peto, mientras los pequeños tuvieron una participación activa para apreciar el fenómeno, para las personas de la tercera edad este pasó prácticamente desapercibido por temor a quedar ciegos o tener problemas visuales.

Los alumnos de Escuela Primaria Benito Juárez llevaron a cabo una Feria de Ciencias, donde aprendieron acerca de los diversos fenómenos astrológicos y se prepararon para el avistamiento del eclipse anular.

Entre los temas abordados estuvieron los tipos de eclipse, el Sistema Solar y los fenómenos astronómicos que se han registrado en la Península de Yucatán. Por su parte, los estudiantes de sexto grado elaboraron una caja negra a través de la cual pudieron llevar a cabo la observación del acontecimiento.

Por lo contrario, ante el temor de quedar ciego o contraer una “enfermedad de la vista”, el eclipse casi pasó desapercibido para los abuelitos. Ernesto Carrillo, adulto mayor, señaló que se perdería el evento astronómico por precaución y porque no estaba preparado para avistarlo. Sin embargo, añadió que: “Como parte de las creencias de sus antepasados ante este tipo de situaciones, siguió la tradición de hacer ruido para que el gran felino no devorara al Astro Rey”.

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NM