Cuaresma ya no beneficia a comerciantes de mariscos en Progreso, aseguran

La Cuaresma en el puerto no provoca ilusión en el ámbito pesquero, pues con dos años de bajas ventas en el circuito pesquero a causa de las múltiples vedas que se tendrán en el mes de marzo, para los apenas cuatro comerciantes locales que sobreviven vendiendo ejemplares marinos en el Mercado Municipal “Francisco I. Madero” de Progreso, esta época será pasajera.

La cuaresma en el puerto no provoca ilusión en el ámbito pesquero, pues con dos años de bajas ventas y poca producción de captura de especies alternativas por parte de alrededor de 300 buques, que optan por zarpar en busca de especies que no son parte de las vedas actuales como es el caso del mero, el pulpo y la langosta.

Parte de quienes han sido arrebatados los grandes reflectores en esta época son los apenas cuatro comerciantes locales que sobreviven vendiendo ejemplares marinos en el Mercado Municipal, pues aseguran que esta época será pasajera a causa de un cambio cultural en la ciudadanía donde se coloca la economía por encima de las creencias religiosas.

“No es como antes esta época, la gente mayor cada vez es menos y los jóvenes han dejado el hábito de seguir lo que marca la Cuaresma, pero en parte se entiende porque en tiempo de pandemia hay quien no puede darse el lujo de poder elegir lo que amerita comer. Ahora estamos ante precios que los consideramos volátiles, hay poca producción en altamar con las especies permitidas por la sequía, esto otorga que se disparen los precios y resulte caro para la gente comer pescado”, Adrián Aguilar.

Ejemplo de lo relatado por el comerciante recae en el jurel, el cual hace cuatro años costaba alrededor de seis pesos el y ahora se adquiere hasta en 35 pesos.

Pese a que el apartado de carnes en el Mercado, concentra a la mayoría de gente con los carniceros de puerco, dentro de lo que concierne a los vendedores de pescado es habitual un “regateo” donde casi siempre no es aceptado el precio de parte del locatario. Parte de los valores que se han establecido, recaen en 120 pesos para el canané, en 90 pesos la rubia o biajaiba, en 80 pesos la mojarra y el bagre, por mencionar a unas de estas especies de escama.

“Dos de las especies que más nos compran, aunque bajo una demanda no tan notoria es el chac-chí que se vende en 50 pesos el kilo y a 110 pesos el filete. El cazón que ronda los 90 pesos el kilo es de los favoritos, porque con solo un kilo comen hasta siete personas, pues existen infinidad de guisos con los cuales aprovechar la carne, especialmente frituras como las empanadas”, agregó el locatario del Mercado “Francisco I. Madero”.

Hombres de mar, golpeados por la Cuaresma y veda

Mismo caso se vive en el puerto de abrigo, donde pescadores mantienen pocas esperanzas en los tiempos donde se solía tener preferencia por la carne del pescado, pues mil 300 unidades de mayor embarcación no saldrán sino hasta el primero de abril en busca de mero y retornarán a mediados del día 20, perdiéndose los 15 días cruciales de la Cuaresma.

“La cuaresma no resulta del todo redituable como se piensa, realmente los pocos barcos que salen por escama traen de 200 a 300 kilos, quienes van por mero a partir del primero de abril no llegan a venir sino hasta después de estos días donde mucha gente se abstiene de comer carne roja y prefiere pescado, no es adaptable la Cuaresma al calendario que maneja el rubro pesquero”, manifestó Ana María Pech Chacón, de 63 años de edad, quien se convirtió el día de ayer en la primera mujer presidente de la Unión de Armadores Pesqueros del Estado.

La entrevistada, también sostuvo que ante los escases y el poco nivel de tonelaje, varias embarcaciones recorren incluso los mares que rodean a toda Centroamérica, sin embargo, los kilos que desembarcan en tierra siguen siendo mínimos aun cuando se trate de mero, la diferencia recae es que esta especie es mejor renumerada, prueba de ello es el precio récord que consiguió al cierre de su lapso de pesca adquiriéndose en 310 pesos para el “negrillo” y 270 pesos para el tipo “rojo”.

Se resaltó que el mes de marzo, es el menos activo entre todo el gremio pesquero, pues solo se aventuran a buscar especies menos del 30 por ciento de una flota mayor que cuenta con 550 embarcaciones y una menor de más de mil 800 unidades, todas pertenecientes al municipio que concentra a sus padrón de pescadores, el cual se divide en Progreso con 2,825en Chicxulub, 408 en Chelem y 435 en Chuburná, aunque si se toma en cuenta a todos aquellos hombres de mar excluidos de este censo, el número sobrepasa los 5 mil trabajadores en la cabecera municipal junto con sus comisarías.

Números de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) indican que el año pasado se logró comercializar alrededor de 325 mil toneladas de productos pesqueros y acuícolas en todo el territorio nacional, otorgando derrama económica para la sustentabilidad del ejercicio pesquero en cuanto a producción y venta.

Parte de las especies que encabezan la lista en todo el país y que son favoritas para quien respeta estos días son el atún, sardina, tilapia, jurel, corvina, cazón, lebrancha, lisa y cojinuda, las cuales provienen principalmente del Océano Pacífico, del Golfo de México y del Caribe.

Parte de las ganancias que dejaron como “colchón” para supervivencia de la comunidad dedicada a este oficio, fueron los más de 5 mil millones de pesos que se lograron en la “fiebre del pulpo” con 31 mil 562 toneladas, de las cuales 11 mil 187 pertenecieron a la especie “vulgaris” y 20 mil 512 toneladas fueron de molusco tipo “maya”.

También se contemplan más de 90 millones de pesos gracias a la pesca de casi mil toneladas de langosta obtenidas hasta esta semana, mientras que el mero cerró sus días de captura con 5 mil 300 toneladas que otorgaron una derrama económica cercana a los 400 millones de pesos.

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CC