Pobreza, detonante de la depresión y ansiedad en Yucatán

De acuerdo con los datos de Coneval, 40% de la población en Yucatán están en situación de pobreza, por lo que genera sensación de preocupación en confinamiento
miércoles, 14 de julio de 2021 · 10:14

El doctor Paulino Dzib Aguilar, profesor investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), expuso que, tanto la pobreza como el esfuerzo y exigencias que implica el ascenso económico y su impacto en la estructura social, son factores que han generado que en Yucatán y los estados de la Península, el número de casos de depresión, ansiedad y diversos estados psicóticos como la esquizofrenia, sean de los más elevados en el país, pero añadió que también hacen falta estudios para conocer si hay una predisposición genética en esta región.

Explicó que son dos aspectos que inciden, por un lado, la pobreza que se presenta en gran parte de Yucatán y los otros estados, y que desde luego genera una preocupación constante, por las carencias y todo lo que implica no acceder a las necesidades básicas. Pero, también, se habla de una región que en algún sentido está en crecimiento económico, y ello implica también un estado de tensión, de quienes aspiran a mejorar su calidad de vida y tener satisfactores, como casas, vehículos, ropa, etc.

“Pero hay un factor que aún no se tienen datos y hace falta que se hagan investigaciones en este sentido y es sobre el hecho de saber si hay en la población de esta región una predisposición genética que hace que se presenten este tipo de padecimientos, porque Yucatán, por ejemplo, está siempre en los primeros lugares de los trastornos que son más recurrentes a nivel internacional, como son la depresión, la ansiedad, psicosis, esquizofrenia y la distimia”, comentó.

El Informe de Pobreza y Evaluación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) del 2020 señala que, de acuerdo con los resultados de la medición de la pobreza 2018, el 40.8 por ciento de la población de Yucatán vivía en situación de pobreza, es decir, 900 mil 500 personas, aproximadamente.

Desarrollo Social

De este universo, el 34.1 por ciento, cerca de 753 mil 400 personas, estaba en situación de pobreza moderada, mientras que el 6.7 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza extrema, alrededor de 147 mil 100 personas).

En ese mismo año, el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales en Yucatán fue de 33.3 por ciento, es decir, 734 mil 700 personas, aproximadamente, presentaron al menos una carencia. Al mismo tiempo, 5.5 por ciento de la población era vulnerable por ingresos, lo que significa que alrededor de 120 mil 900 personas no tenían los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

Finalmente, la población no pobre y no vulnerable de la entidad federativa representó el 20.4 por ciento, aproximadamente 451 mil 100 personas.

Aguilar Dzib, especialista en psiquiatría y director de la Clínica de Justicia Terapéutica de Yucatán (Clijutey), consideró que también la estabilidad y el ascenso económico de determinada región índice en la aparición de estos trastornos, lo que ese puede ver en países de Asia, por ejemplo. “Los vemos en países que han estado migrando su economía a las que llaman de primer mundo”, dijo.

En el caso de Yucatán, agregó, hay cierta estabilidad y crecimiento económico, y esto lleva también a sectores a tratar de elevar su nivel de vida y tener acceso a ciertas cosas, como un auto, un celular, ropa, que tienen que ver con la construcción de un “bienestar”, pero esto lleva a tener presión, preocupación y que pueda derivar en depresión y otros aspectos.

“Podemos decir que hay pobreza sí, en varios sectores, pero también hay un buen desarrollo económico en los números y esto tiene costo para muchas personas, porque, por ejemplo, hay más presión y demandas en los trabajos, lo que se suma las broncas en el espacio familiar, divorcios, la migración de escuelas públicas a privadas”.

“El cambio social en dirección creciente económica, el pago por el esfuerzo es la salud mental”, dijo.

Añadió que Yucatán siempre cubre los cuatro indicadores internacionales de los principales problemas de impacto en la salud mental, como son la depresión, ansiedad, estados psicóticos, principalmente la esquizofrenia, así como la distimia que es un tipo de depresión heredada constante.

“Aquí tenemos que uno de los factores principales es el crecimiento económico y que va afectando a toda la estructura social y la familia, pero hay temas que no se han abordado, desde el aspecto biológico”.

“Nos falta el dato duro, de la investigación, de campo, para la parte genética. Lo que te doy es una hipótesis, pero hay que saber qué tanto hay una predisposición de la gente de esta región, lo que hace que en estos indicadores estemos en los primeros lugares”, dijo.

El especialista agregó en este sentido, un factor a considerar y es que uno de los rasgos de la depresión es que genera un problema para metabolizar el carbohidrato y esto lleva a subir de peso.

“Hablamos acá, en este sentido, de un estado también con los más altos índices de obesidad y si hablamos de este rasgo de la depresión y lo conjugamos con la dieta que se lleva, de bolillo, tortilla, pan dulce, carne de puerto, etcétera, es que debemos empezar a generar datos de este tipo de predisposiciones genéticas y la forma en que éstas se relacionan con indicadores en los que se ha mantenido Yucatán como puntero”, dijo.

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GH