En riesgo la ruta de la Emperatriz Carlota en el puerto de Sisal

A más de 150 años de la visita a Yucatán de la Emperatriz Carlota, actualmente está en riesgo le evidencia cultural y turística
jueves, 22 de abril de 2021 · 14:30

A más de 150 años del establecimiento del Segundo Imperio en México y la visita a Yucatán de la esposa de Maximiliano de Habsburgo, está en riesgo de perderse lo que queda de evidencia cultural y turística de “La Ruta de la Emperatriz Carlota” del puerto de Sisal a Mérida.

Hace unos 7 años, según se averiguó, la Asociación de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado, A.C. (Ayerac), analizó un ambicioso proyecto que implicaría el rescate y restauración de columnas de mampostería o leguarios que sirvieron de guía a la Emperatriz Carlota en su trayecto a Mérida.

De las 40 marcas de legua o leguarios que existían en el camino de Sisal –entonces puerto de entrada a Yucatán– a la ciudad de Mérida, sólo quedan ocho ubicados cerca de la costa, en Hunucmá, Ucú y Caucel, que requieren ser restaurados, ya que constituyen parte del patrimonio cultural del estado, opinan analistas.

Se supo que la asociación puso a consideración de las autoridades estatales el proyecto “La Ruta de la Emperatriz Carlota” que, junto con el Museo del Mar de Sisal, traería beneficios de tipo turístico y cultural para esa zona. No se sabe con exactitud si estos planes llegaron a concretarse.

Estos leguarios, algunos de los cuales están reducidos a sólo pilares de mampostería, trazaron la ruta del comercio marítimo de Yucatán hacia el exterior y sirvieron de referencia al paso de la carroza de la Emperatriz Carlota –un Late Landau, según historiadores– y su séquito. Con el tiempo, quedó definida la actual carretera Mérida-Hunucmá-Sisal.

En su tiempo, Adolfo Iván Batún Alpuche, integrante de la Ayerac y exdirector del Archivo General del Estado, destacó “la importancia que como patrimonio histórico tienen las citadas columnas”, por lo que consideró trascendente su rescate y restauración.

El viaje a Hunucmá que Carlota realizó el 22 de noviembre de 1865, donde la comitiva pasaría la noche antes de llegar a Mérida, se hizo en un vehículo del comisario imperial Salazar Ilarregui, un Landau construido en Estados Unidos que encantó a la Emperatriz.

La historia dice que la propia Carlota describió en su “Relación del Viaje” a la costa, las viviendas con sus techos de paja, las hamacas de henequén, los atavíos de ricos y pobres, la “amabilidad innata” de los mayas y los vítores que recibió a su paso.

En la actualidad dichos leguarios se encuentran entre el agua –los que se ubican cerca de la costa–, mientras que los demás han sucumbido por el paso del tiempo. Es importante no esperar perder este importante valor histórico.

SY