Por vacuna contra COVID-19, abuelitos causan aglomeraciones en Umán

En el municipio se registró un 90 por ciento de la aplicación, por lo que los habitantes han acaparado la atención de los hospitales
miércoles, 3 de marzo de 2021 · 11:42

A casi una semana de dar inicio a la vacunación contra el SARS-Cov-2 el pasado 25 de febrero en Umán, tanto en el Centro de Salud como en el Hospital General Número 46, cientos de personas de la tercera edad, siguen acudiendo a las instalaciones de los nosocomios para ser inoculados.

El proceso no es fácil, pues previo a la fecha se les hace un registro donde se les entrega un folio, que contiene la fecha y hora de su vacunación. Pese a ello, desde las primeras horas del día se observa una larga fila, en donde los vendedores ambulantes aprovechan para ofrecer agua o comida, y así hacer más llevadera la jornada. Por un momento, parece un “día normal” para consultar al médico familiar.

Acompañados por sus familiares, algunos “abuelos” tienen que esperar pese a la hora acordada, pues decenas de ellos coinciden en el mismo horario.

Desde las 8:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche, se puede ver gente transitando por estos lugares, pues las citas previamente asignadas se dan durante todo el día. En la mañana es el horario más concurrido, ya que no sólo va gente para que los vacunen, sino también para registrarse y otros más, para consultar por otras dolencias.

Los habitantes de Umán expresaron sentirse angustiados por un posible repunte de coronavirus, derivado de estas aglomeraciones que se hacen para esperar la vacuna. Mientras esperaban su turno, algunos comentaron, que, desde que iniciaron las inmunizaciones, personas de otros lugares (incluyendo Mérida) llegaron a inscribirse a Umán. De ellos opinan que: “son quienes podrían propagar el virus”, pues es la capital es el municipio con mayor número de contagios.

Cristina Pereira Acosta comentó que, “esto fue un caos el primer día. Yo vine a inscribir a mi papá y era un mar de gente. Hoy que le toca vacunarse está casi igual, porque hay mucha gente que viene a registrarse y otros para consultar por otras enfermedades; además, está el personal de seguridad, familiares, doctores y toda esa gente. No me imagino cómo va a estar cuando informen que hay repunte de la enfermedad”.

Recalcó que, “los números no mienten. Ya veremos al cabo de 15 días, cuántos nuevos contagios hay, porque este show se debió controlar más. Pero bueno, ¿qué se le puede hacer? Esperemos que a nosotros no nos dé por estar trayendo a nuestros ‘viejitos’ a vacunar; nosotros no tenemos ninguna protección, porque las bancas tienen menos de metro y medio entre una y otra y los que están comiendo se quitan el cubrebocas. Pero ni hablar”, señaló Santos Cabrera.

Hasta el corte de ayer, se habían aplicado en Umán un total de 3 mil 500 dosis, lo que representa un avance del 90 por ciento de la población de más de 60 años de edad. Los primeros en vacunarse fueron los de la cabecera municipal; ayer y hoy se está atendiendo a los habitantes de las comisarías, quienes han sido trasladados en camiones o vehículos oficiales del Ayuntamiento para estar presentes a su cita previamente hecha con varios días de anticipación, por parte de los Servidores de la Nación, quienes visitaron las comunidades de Tanil, Xtepen, Ticimul, San Antonio Chun, Yaxcopoil, Hotzuc, Oxholon, San Antonio Mulix y Petecbiltún.

Algunos pobladores no vieron correcto que se utilizaran automóviles particulares, los cuales proveyeron los funcionarios municipales, para trasladar a estos pobladores. Según por medio de un oficio, se invitó a los trabajadores del municipio para que prestaran sus vehículos y así agilizar los traslados.

Otra situación que se presentó, es que no todos alcanzaron ficha. Por lo que los Servidores de la Nación avisaron a los restantes que serían vacunados en otra fecha, aún por definir.

Los camiones que transportaban a las personas de la tercera edad de las comisarias llegaron a las 7:00 de la mañana, para llevarlos al Hospital General Número 46 (IMSS Umán) y el Centro de Salud Urbano Umán, para luego, de la misma forma, regresarlos a sus casas.

En una segunda verificación, se observó también que decenas de pobladores de las comisarías de Umán llegaron por su propio pie al Centro de Salud, sin haber realizado el trámite por internet. “No entendemos nada de esas cosas”, mencionó María Matilde Iuit Chablé, quien acudió con su esposo y un grupo de vecinos, quienes llegaron al lugar desde las 7:00 de la mañana.

“No tenía cita, nos inscribimos en el momento sólo con la credencial de elector, pero no traje mi CURP. No sabía si me iban a atender”, refirió la señora María Matilde, a quien su vecina le sugirió que acudiera. “Yo sí. Al principio de verdad, no lo niego, tenía miedo. Qué tal si de verdad me va a matar. Mejor no voy. Yo sé que hay un Dios y confío en él, sé que no me va a pasar nada”, dijo.    

Reiteró que hay quienes tienen miedo a los efectos de la vacuna, pues incluso conoce a personas que prefirieron no enlistarse o asistir al Centro de Salud.

“Don Tarzán y su esposa no vinieron, porque su nuera les estuvo diciendo que esa vacuna mata. Otro me dijo lo mismo, que según porque el Gobierno ya no nos quiere ver. Al final, sí vine, porque otros conocidos me dijeron que no pasa nada”, indicó.

Por su parte, Miguel Ángel García, mecánico de 76 años, tampoco estaba de acuerdo con recibir la dosis, pero su familia lo convenció. “No tuve ninguna reacción hasta ahorita. Todo bien; me duele un poco, lo normal, pero todo bien. Padezco de artritis reumatoide y me empezó a doler el brazo ayer, pero ya se me pasó.”

Miguel Ángel acudió en compañía de su hijo Julio César García, quien se congratuló de que el acceso fuera favorable para las personas que tienen dificultad para caminar, o de plano no pueden. “Hay quienes no tienen la misma condición, se cansan. No pueden compararlos con los otros señores; está bien que les den prioridad. Nos pasaron directo porque vieron que traíamos silla de ruedas”.

Señaló que su padre no quería vacunarse en un principio: “Él no quería, por eso vino mi mamá primero, ella sí puede caminar; pero de qué sirve que solo ella esté vacunada, el contagio está ahí. Él no quería vacunarse porque escucha tantas cosas, más que nada es la desconfianza que tiene por sus creencias.”     

María del Socorro comentó que ella se vacunó el pasado lunes. Ayer solo acompañó a su esposo para la inoculación correspondiente. Aseguró que el trato fue bueno y para el trámite a través de internet le apoyó su sobrina. “No tuve ninguna reacción a la vacuna, aunque no me dijeron cuándo nos pondrán la siguiente dosis. Dijeron que nos llamarían, tenemos que estar pendientes; nos dieron un papel para que sepan que es la segunda dosis y no repetir el trámite”.

Benito Poot Pech, aseguró que se vacunó para protegerse porque padece del corazón. Sobre su experiencia reconoció que sólo le dolió la “pinchada”; no se sintió mal tras la inoculación y estuvo desde las 8:30 de la mañana hasta las 10:00 horas. Reconoció que tampoco realizó el registro por internet: “hice el trámite en el Seguro, de ahí nos mandaron para acá. No tuve que hacer nada en internet.”

Finalmente, Guadalupe confirmó haber atestiguado ver a una mujer que se sintió mal tras la vacunación. “Yo no me sentí mal, nada. Padezco de la presión, pero nos esperamos media hora para salir y hasta ahora todo bien. Nada más vi a una señora que se quedó sentada un buen rato, porque dijo que se le durmió un pie, ya que padece de los nervios. Se quedó para que la cheque el doctor”.

SY