Violencia digital, crimen que va en aumento en Yucatán, asegura

La web se ha vuelto un arma de doble filo, que puede agilizar la vida de las personas o dañarlas con un mal uso
lunes, 15 de febrero de 2021 · 13:35

La violencia digital es un conflicto que ha tomado mayor relevancia en los últimos tiempos, el 58.1% de las personas ha sufrido este tipo de ataque en redes sociales, entre los años 2015 y 2020, así lo declaró Joana Briceño Ascencio, directora del Centro Estatal de Prevención del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), quien desde su trinchera busca disminuir esta problemática con programas de concientización en la comunidad yucateca. 

Medios internacionales señalan que en internet todo es risas y diversión, hasta que las bromas se convierten en bullying y afectan la estabilidad emocional de las personas. La web se ha vuelto un arma de doble filo, que puede agilizar la vida de las personas o dañarlas con un mal uso.

De acuerdo con los resultados de la Primera Evaluación de la Violencia Digital 2020 que llevó a cabo el Centro Estatal de Prevención del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), en Yucatán, entre 2015 y 2020, el 58.1% de las personas presentaron este conflicto en las redes sociales. El estudio se llevó a cabo con la participación de mil 229 personas, de los cuales 586 son hombres y 643 mujeres.

La funcionaria pública destacó que los cinco problemas más recurrentes en las plataformas digitales son burlas y acoso, ciberacoso sexual, provocación incendiaria, suplantación de identidad, difamación y sextorsión, entre otros.      

Los medios más utilizados para violentar a la gente son: Facebook, WhatsApp y Messenger. Donde casi no existe esta problemática son los videojuegos, Tik Tok, Tinder y YouTube.

La violencia más frecuente dentro de las cuentas sociales son burlas y acoso, teniendo una prevalencia en el estado del 30.7%. Este acto contempla el envío de mensajes desagradables, esparcimiento de rumores sobre otra persona para dañar su reputación, los insultos y otras conductas que impliquen denigración y amenazas que generen daño en la víctima.

Dentro de este rubro lo más común son los insultos, con el 27.4%; le sigue las críticas por apariencia, con el 16.1%; en tercer lugar, chismes y calumnias, con 12.8%; compartir memes, 11.5%; amenazas, 11.4%: poner en contra a otros, 11.3%, y desacreditar, el 9.5%.

El ciberacoso sexual ocupa la segunda posición, con un 27.9% de frecuencia en la web. Los acosadores suelen enviar imágenes o vídeos sexualmente explícitos a la víctima sin su consentimiento o que la misma reciba mensajes o solicitudes sexuales explícitas.

La estadística revela que un 60.5% de ciberacoso sexual lo hacen personas desconocidas; el 17.8%, amigos; 6.6%, ex pareja; 6.4%, compañeros de la escuela; 3.2%, conocidos del trabajo; 2%, vecinos; 1.2%, familiares y 0.5%, pareja.     

En tercer lugar, con el 24.4% de insistencia, se encuentra la provocación incendiaria que consiste en una discusión que inicia en las redes sociales y que se expande de forma continua, usando descalificaciones y agresiones.

En la cuarta posición se ubica la suplantación de identidad, con 19.9% de incidencia en violencia cibernética. Consiste en usar el nombre de una persona en internet o su número telefónico para agredir a los conocidos de la víctima y de esta forma dañar su reputación, ya que quienes reciben acoso, agresiones o intimidación creen recibirlo de la víctima.

En el quinto peldaño está la difamación, con el 19.5% en prevalencia. Comprende declaraciones falsas, rumores o calumnias sobre otra persona.

En la novena posición, pero no menos importante, se ubica la sextorsión, con el 7.3%. Se refiere a la publicación de imágenes o vídeos sexuales explícitos en internet sin el consentimiento del individuo (a) que aparece en ellos. Esto puede empeorar cuando se comparten datos personales (como nombre, número de teléfono o dirección), junto con los contenidos visuales.

Los dispositivos más frecuentes para ingresar a internet son celular, con un 96.7%; computadora, con el 45.3%; tableta, 7.6%, y consola de video juego, 1.3%.

Al respecto, Briceño Ascencio dijo que “el uso e incremento de las redes sociales en los últimos tiempos ha derivado una violencia digital considerable. Los resultados de la evaluación son interesantes y a la vez preocupantes, ya que como dependencia trabajamos en combatir este conflicto social”.

“El 58.1 por ciento de las personas entrevistadas han tenido algún tipo de enfrentamiento violento en las plataformas sociales de internet. La estadística marca que la gente ha vivido por lo menos 3.9 eventos de violencia en promedio”.

“Lo que más nos preocupa es el acoso sexual que las mujeres frecuentemente reciben, también ocurre en el hombre, pero es más común en las chicas, a quienes les pedimos no quedarse calladas y buscar apoyo de las autoridades para que el problema no aumente”.

Para disminuir esta problemática, la titular de la Cepredey, comentó que “el resultado se presentó al gobierno con el propósito de desarrollar un plan ante este conflicto. Desde nuestra dependencia, estamos llevando campañas para que los adolescentes tengan un mayor cuidado en las redes sociales y sepan cómo actuar ante esta situación”.

“Como centro estatal nuestra estrategia es que las personas tengan una mejor convivencia en las plataformas digitales, dejar atrás la violencia y utilizar estos medios de manera positiva”.

Invitó a los jóvenes a no quedarse callados cuando sufran algún tipo de intimidación en la web, “es muy importante denunciar los hechos con evidencias, como captura de pantalla o mensajes que sean agresivos para que las autoridades abran una carpeta de investigación”.

El experto Roberto Ruz Sahrur, Fundador de la Organización Responsabilidad Digital, compartió que “este tipo de violencia es el cáncer del internet que si no se atiende a tiempo el problema puede ser mayor. Lamentablemente la violencia no acabará, pero se puede disminuir y controlar”.

“Hay una gran diferencia entre las herramientas digitales antes del internet y las de ahora, el beeper, telégrafo y mensajes de texto, entre otros, pudieron ser vías de violencia en su momento, sin embargo, estos artefactos no tenían el alcance como ahora lo tiene Facebook o Twitter, el cual genera un gran impacto en la sociedad; incluso, los mismos algoritmos terminan de fortalecer la violencia sin la intervención del agresor”.     

“Otra forma de agredir es compartiendo memes o noticias que en ocasiones suelen ser falsas, siempre hay que consultar las fuentes y tener un criterio equilibrado porque en ocasiones esas acciones nos vuelven agresores sin darnos cuenta”.

Finalmente, invitó a los jóvenes a cuidar el contenido que publican en sus cuentas sociales y tener siempre una contraseña de difícil acceso. Al igual, dijo que las personas deben evaluar la situación de una publicación antes de dar un “me gusta” a una imagen, ya que reaccionar ante un meme violento sólo seguirá aumentando esta problemática.

SY