El PET, medio de supervivencia para familia de Hunucmá

La recolección de envases, llamados pet, se ha convertido en la actualidad en una alternativa para la vida y el sustento
jueves, 11 de febrero de 2021 · 13:24

La recolección de envases de plástico en municipios de la región, se ha convertido en un alivio para el sostenimiento familiar, sobre todo en la actualidad, con los efectos producidos por la pandemia del COVID-19, que ha disminuido las oportunidades de trabajo.

Muchas familias, como la de María del Rosario Jiménez, de 61 años, vecina del puerto de Celestún, junto con su marido se dedica a la recolección de envases pet en toda la comunidad, para ayudarse en manutención económica.

Jiménez explicó que el dinero que obtiene de la recolección, que aseguró no es mucho, lo utiliza en la adquisición de los medicamentos, pues padece de varias enfermedades.

Desde hace años, las botellas de pet, obtenidas por post consumo, se reciclaban para producir principalmente textiles, carpetas y láminas extruidas. Tiempo después se reconoció que estos mercados no son lo suficientemente grandes para absorber los volúmenes generados de botellas de ese material.

Por ejemplo, de acuerdo con fuentes de Amcor pet Recycling, de Francia, el mercado de fibras era, hace cuatro años, solamente el 35 por ciento del total del uso del pet, y en vista de un crecimiento anual del 40 por ciento en la generación de desperdicios de la resina, los mercados de consumo mencionados no pueden ni podrán resolver el problema de disposición de residuos.

Si a esta situación adicionamos el efecto de la legislación de protección al medio ambiente existente en Europa, encontramos que la eficiencia de recuperación de materiales de empaque se acercará a valores óptimos en los años por venir.

Enormes bolsas de hasta 40 kilogramos, se recogen en los domicilios de varios municipios, por una empresa recicladora de Hunucmá, que las concentra en depósitos ubicados en las colonias Fátima y Lázaro Cárdenas, que se encargan de comercializar este producto.

Resulta lógico pensar que la única salida al problema de la utilización efectiva de los desperdicios del pet, es su utilización en la fabricación de nuevas botellas para bebidas. Para reforzar esta idea, la legislación europea también promueve esta aplicación ofreciendo incentivos como el que existe en Bélgica, un impuesto denominado Eco-Tax sobre las botellas de pet será condonado, si las botellas nuevas fabricadas contienen al menos un 50 por ciento de material reciclado. La utilización de este material en el soplado de nuevas botellas sólo es posible si se cumplen ciertas demandas mínimas con respecto a la calidad y el desempeño.

Por otro lado, la contaminación de la pared de la botella, debido a la difusión de los mismos componentes del producto depositado en ella, representa un reto adicional en el manejo del material reciclado. Esto es especialmente cierto en los casos que la botella ha estado expuesta a sustancias tan agresivas como ácidos, fertilizantes, detergentes para el hogar, entre otros.

Se averiguó que el kilogramo de envases de pet reciclados se paga en 5 pesos; si una familia desea juntar hasta 200 pesos tendrá que reunir una bolsa gigante con este material, que llega a pesar hasta los 40 kilos. El llenado dependerá de la cantidad de envases que se reciclen en las calles.

El verdadero problema es que ya son muchas las personas que se dedican a esta actividad, ante la disminución de oportunidades de fuentes de empleo. Asimismo, el objetivo de un proceso de reciclaje de pet debe ser convertir nuevamente el material en una resina apta para la producción de botellas.

SY