Crisis de la industria zapatera preocupa a fabricantes en Ticul, Yucatán

Pese a que hace tres años, Ticul era base de una fuerte economía zapatera, ahora las calles lucen vacías y cada vez menos gente consume local
jueves, 21 de octubre de 2021 · 17:47

El ambiente nublado y un tanto fresco, parecían acentuar el dejo de tristeza con que transcurría monótona la tarde de hoy en la Perla del Sur, en una fecha en que hace dos años se hablaba del río humano, en el que imperaba la singular belleza de la mujer ticuleña, engalanada por el marco multicolor de los ternos y las cajas de zapatos que las fábricas de todos los niveles obsequiaban a sus clientas, corroborando en ese entones que uno de los gremios más importantes en “La Perla del Sur”, era el de los Zapateros.

Pues para propios y extraños bastaba observar como las bellas ticuleñas, unas 5000 mestizas cuando menos según cálculos de los organizadores, que orgullosas de sus tradiciones encabezaban el gremio de zapateros, no solo luciendo espectaculares y hermosos ternos, sino también los más variados y exquisitos modelos de zapatos;  ya que además de rivalizar en cuanto a su belleza personal y el de sus ternos, competían por el honor de portar los zapatos más bellos y a la moda.

Siendo explicable este hecho, porque en Ticul hasta antes de la pandemia, hacía ya más de tres décadas que la base de la economía era la zapatería, siendo en esos últimos días de bonanza más de 20,000 los obreros dedicados a la elaboración de calzado o que cuando menos sus empleos dependían directamente de la producción zapatera. Dando como resultado una enorme rivalidad entre los mismos zapateros, que se esmeraban en fabricar los mejores y más vistosos calzados de moda, para que sus clientes, amigos y sobretodo esposas e hijas los lucieran en el gremio de zapateros.

Sin embargo esta tradición que enorgullecía a los ticuleños, gracias a los esforzados comerciantes zapateros que cada año regalaban decenas y algunos hasta cientos de pares de zapatos, cooperaban con arreglos florales y velas de gala para el gremio, como acto de fé y agradecimiento, enmarcado dentro de la tradición católica y que es uno de los valores culturales a seguir, lamentablemente no se realizó por segundo año consecutivo debido a la crisis generada por la Pandemia del Coronavirus.

Quedando hoy solamente en la celebración de una misa por la tarde, en la que concurrieron algunos antiguos zapateros, que nostálgicamente recordaron que este “Gremio de Zapateros”, fue iniciado en 1974, en honor del Santo Cristo de las ampollas. Surgido al organizarse un grupo de zapateros locales, entre los que destacaban Carlos Rojas, Benito Cabrera, Raúl Bracamonte e Ignacio Segura, quienes entusiastamente unieron esfuerzos para organizar el primer gremio de Zapateros, con estandartes prestados, siendo que ya a partir de 1975 estrenaría con la sagrada bendición su primer estandarte.

Cabe señalar que la Zapatería, era antes de la pandemia la principal fuente de empleo de la Perla del Sur, sino es que todavía lo es, aunque a duras penas, ya que lamentablemente la mayoría de los pequeños talleres zapateros, que luchaban por hacerse de un nombre y un prestigio en la industria zapatera, tuvieron que cerrar sus puertas, empleándose en otro tipo de trabajos y algunos en talleres más grandes, aunque a decir de los zapateros, la crisis está todavía lejos de terminar, ya que los zapatos no tienen salida, no llegan los clientes, atrás están aquellos tiempos de grandes filas en las zapaterías por los cuatro puntos cardinales de la ciudad. 

La zapatería señalan, vive una época de crisis, hemos tenido que recurrir al crédito, señalaban algunos, para poder fabricar y tratar de seguir compitiendo en el mercado, sin embargo esto mismo nos tiene ahora en problemas, pues a su vez hemos tenido que dejar el producto en crédito a nuestros clientes, en espera de su buena voluntad para que nos paguen, más algunos hemos perdido hasta el capital, por diversas circunstancias, como los desastres que se han padecido en Tabasco y Veracruz, que afectaron directamente a nuestros clientes.

La temporada decembrina es la esperanza, para que algunos podamos recuperarnos un tanto y podamos contribuir a que los zapateros tengan una aunque modesta tranquila navidad, luego de la zozobra del último año y medio, concluyeron.

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RM