Falta planeación urbana en Mérida, señala experta

Silvana Forti señaló que no porque haya construcción de complejos habitacionales, significa que tengan una correcta planificación
viernes, 15 de enero de 2021 · 08:48

Dado el crecimiento de los complejos habitacionales y desarrollos inmobiliarios, sobre todo al Norte, así como al Norponiente de la capital yucateca, tal pareciera que los desarrolladores están más preocupados por la rentabilidad del suelo, sobre una adecuada planeación urbana, así lo consideró la directora del Observatorio Urbano de la Universidad Modelo, Silvana Forti Sosa.

La experta indicó que la construcción de complejos habitacionales y fraccionamientos, no necesariamente tienen detrás una correcta planificación urbana.

Explicó que las colonias que se diseñaron en la capital yucateca tiempo atrás, en los barrios populares, las construyeron de manera multifuncional, es decir, los colonos podían e incluso pueden llegar a obtener un bien o un servicio caminando.  Atributo que hoy por hoy ya no se ve, ya que indicó que los nuevos complejos residenciales o habitacionales, que evidencia “una falta de planeación urbana, enfocada a la rentabilidad del suelo”.

Forti Sosa comentó que ahora es común observar fraccionamientos, zonas residenciales, así como departamentales alejadas del centro de la ciudad, los cuales suelen ser monofuncionales, lo que quiere decir que únicamente contemplan vivienda, con muy pocos o espacios públicos ausentes.

“Desde hace tiempo la mancha urbana de Mérida crece mucho más que la población y eso da cuenta que esta dinámica, no está respondiendo a una necesidad poblacional, sino de la rentabilidad del suelo para el mercado inmobiliario”, sentenció.

La especialista externó que es precisamente por la rentabilidad de los terrenos de la zona Norte y Nororiente, la que se encuentra en mayor desarrollo en la capital del estado, a comparación de otros puntos cardinales.

 Aunado a lo anterior, la directora del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo dijo que también se le suman los llamados lotes de inversión, espacios que se encuentran aislados del resto de la urbe, donde el transporte público, al menos al momento no está llegando y por consiguiente creará problemas a la ciudad, es decir, generará un mayor costo llevar los servicios básicos hacia estos puntos. “Se encarecen los servicios para la ciudad dada la lejanía de los lotes de inversión, la baja densidad poblacional”, comentó.

Forti Sosa ahondó que, en urbanismo, cuando se piensa en el desarrollo de las ciudades, no únicamente se contemplan los espacios para la vivienda, sino en servicios, espacios públicos, que deben ser accesibles.

Criticó que, si la idea es construir únicamente barrios lejanos, cerrados, monofuncionales, sin espacios públicos, no se está pensando en una ciudad funcional, sino en algo diferente.

Consideró que la manera de crecimiento de la ciudad de Mérida, no está apostándole a modelos de ciudades funcionales –con accesibilidad a los servicios- y resilientes –su capacidad de adaptación-, como en otras partes del mundo, sino a un paradigma que a todas luces es más caro, donde se está construyendo de una manera, en la cual, prácticamente se le está obligando al ciudadano a elegir el transporte público sobre el privado.

La experta reflexionó que en la coyuntura de una pandemia por COVID- 19, más los efectos del cambio climático, debe obligar a replantearse el desarrollo urbano, en este caso de la ciudad de Mérida.

“Hay que pensar más en cómo construir ciudad en este contexto de crisis climática, para que la urbe sea mucho más sustentable y esté orientada por el transporte público seguro”, indicó.

Acotó que también el espacio público debe tener una distribución más equitativa, en el entendido de que los esfuerzos del diseño urbano, están enfocados o apostándole al transporte privado, sobre el público.

Eso sí, consideró que con la construcción de las ciclovías que ha anunciado el gobierno del estado, y que estarían listas en el primer trimestre del año, es un inicio, justamente para sumar en la distribución equitativa del espacio público. “Hay mucho por hacer en ese sentido, creo que sí se requiere una buena planeación urbana, para reorientarse hacia la sustentabilidad”.

Advirtió que, si se sigue apostando a la construcción monofuncional, que, apuesta más a la rentabilidad del suelo, así como al uso del carro privado que, a otras configuraciones ya probadas en otras partes del mundo, lo que podría llevar a un camino de inequidad a nivel territorial, mayor consumo energético, que impacta directamente al medio ambiente, y con ello a más contaminación.

“Mientras más se le apueste al uso del transporte privado, más gases de efecto invernadero se generarán, por lo tanto, afecta la posibilidad de una ciudad sustentable, al mismo tiempo de un mayor costo para dotar a estos espacios tanto de infraestructura como de servicios básicos”, sostuvo.

La académica expresó que, si lo anterior no fuera poco, la apuesta para el transporte privado, también impacta en la salud de los ciudadanos, ya que los vuelve más sedentarios.

Forti Sosa dijo que hace falta pensar en las necesidades de la población en cuestión de vivienda más allá de la rentabilidad del suelo, es decir, poner el foco de atención en la vivienda social, el desarrollo urbano, orientarse en los criterios de sustentabilidad y en una apuesta orientada al transporte público sobre el privado, “hay que pensar en construir ciudad que en extender la mancha urbana”, expuso.

Ahondó que muchas ciudades del mundo, teniendo en cuenta que estas han sido el epicentro de la pandemia por coronavirus, se están replanteando el tipo de planeación y diseño urbano, de tal suerte de que existe uno que inició en Barcelona, pero ya se ha extendido, y es un modelo conformado en supermanzanas, pero no como las que actualmente hay en Cancún, sino más bien espacios diseñados de tal forma, que a su interior es multifuncional, es decir, permite al habitante tener una movilización más activa, lo que quiere decir, que se puede trasladar por medio de ciclovía, caminando o en otro sentido en transporte público.

Asimismo, dijo que este modelo de ciudad obliga a los propietarios de vehículos particulares moderar su velocidad, haciendo de esta manera un flujo vehicular más eficiente, el cual forzosamente es por la periferia de la supermanzana y no dentro de ella. 

Finalmente, dijo que la movilización activa además de sumar a mitigar los efectos del cambio climático, también suma para mejorar la salud de los habitantes, ya que al utilizar la bicicleta o al caminar, restringe la vida sedentaria.