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Los seis municipios que se mantienen hasta ahora libres de COVID-19 a cuatro meses de que la enfermedad llegó al Estado tienen en común dos cosas: Estricta vigilancia de sus autoridades en la implementación de las medidas sanitarias y una población que cumple en alto porcentaje con aplicarlas, tal como constataron ayer los reporteros de POR ESTO! durante una visita a Cantamayec.
Además de este municipio que se ubica a 113 kilómetros al Sur del Estado, también se encuentran con cero casos su vecino Mayapán, así como Tahdziú, Tunkás, Río Lagartos y Dzilam de Bravo.
En cinco de esas seis comunidades POR ESTO! ha realizado recorridos para entrevistar a sus autoridades y a sus habitantes para conocer las estrategias utilizadas que les han permitido seguir limpios del coronavirus a diferencia de los otros 100 municipios del Estado.
Difusión oportuna
En todas las localidades sus autoridades han subrayado que la aplicación estricta de las disposiciones y la disciplina de la población en acatarlas han sido factores básicos para el éxito de las campañas preventivas, así como también la difusión oportuna y constante que se ha hecho de lo que representa la enfermedad y sus efectos.
Ayer, la secretaria del Ayuntamiento de Cantamayec, Lidia Lucely Bermon Salas, coincidió en que similares medidas se han aplicado en la comunidad desde el inicio de la pandemia y que la respuesta de los habitantes ha sido altamente responsable.
De hecho, hasta ayer se mantenían los filtros de control en las entradas y salidas de la comunidad en las rutas hacia la comisaría de Nenelá y a los municipios de Sotuta y Teabo.
En esos entronques están ubicados agentes de la Policía Municipal, quienes ordenan a los conductores de vehículos que se detengan, preguntan a dónde se dirigen y los motivos del paso, para luego sanitizar la unidad motora.
Horarios y medidas
La secretaria municipal Bermon Salas indicó que los comercios de la localidad tienen horarios establecidos que deben respetar, como son la apertura desde las seis de la mañana y cierre a las nueve de la noche a más tardar, así como también la obligación de guardar las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, aplicación del gel antibacterial y el respeto de la sana distancia.
Al respecto, los reporteros observaron, por ejemplo, que en la tienda Diconsa estaba limitada la entrada a la tienda con un letrero en el que se advertía que sólo podían estar en el interior dos personas al mismo tiempo, de tal manera que si había más clientes afuera tenían que esperar su turno.
Asimismo, el edificio de la iglesia católica y tres templos evangélicos de la comunidad se mantienen cerrados y no se tiene fecha establecida para que reabran sus puertas.
Con las nuevas disposiciones emitidas la semana pasada por el Gobierno del Estado, el servicio del transporte público modificó sus horarios y aumentó sus tarifas.
Tarifa de transporte se duplicó
Anteriormente la primera salida del transporte era a las cuatro de la mañana para llegar a Mérida a las seis, pero ahora se corrió a las cinco como señala la nueva disposición. El costo del pasaje que era de 70 pesos se duplicó.
La funcionaria añadió que el problema principal que afecta a la comunidad en estos momentos es la falta de empleos y observó que, apenas se comenzaba a recuperar, cuando vino la nueva disposición del gobierno que volvió a afectar esa efímera recuperación.
El municipio cuenta con unos dos mil 500 habitantes, incluidas sus dos comisarías: Cholul y Nenelá.
Dijo que más del 90 por ciento de la población se dedica al campo en el cultivo de maíz, chile habanero, sandía, cilantro y demás hortalizas, en tanto que la restante cantidad labora en la construcción como albañiles, que es el sector que viaja más a Mérida y otros municipios.
Cada semana 700 raciones
El hecho de que la mayoría de sus habitantes trabaje el campo y no tenga necesidad de trasladarse a otras comunidades es un factor que contribuye a que el COVID-19 no haya llegado a Cantamayec por la poca movilidad que se registra.
Para ayudar en parte a la maltrecha economía de las familias de la localidad, el Ayuntamiento prepara y distribuye en forma gratuita, un día a la semana, alrededor de 700 raciones de comida para la gente vulnerable de la cabecera y de sus dos comisarías.
Los alimentos son preparados por personal del DIF-Municipal un día antes para empezar a repartirlos, ya sea jueves o viernes, a partir de las 11 de la mañana. Las familias acuden con sus trastes para llevar sus raciones, mientras que en las dos comisarías trabajadores del Ayuntamiento las trasladan hasta esos lugares en ollas grandes.
El menú se alterna cada semana y hasta ahora se ha cocinado frijol con puerco, puchero y potaje, principalmente, por ser guisos que tienen un alto rendimiento.
Los reporteros pudieron observar a poca gente en las calles y quienes andaban fuera de su casa la mayoría tenía puestos sus cubrebocas.
El pequeño mercado municipal sólo tenía abierto dos puestos, uno de ellos, el del carnicero Aarón Chan Domínguez, quien comentó que a raíz de la pandemia las ventas han bajado en más de un 50 por ciento y no se vislumbra una pronta recuperación.
–La gente no tiene trabajo y, por lo tanto, no tiene dinero; es algo muy difícil esto que estamos viviendo y creo que va para largo, acotó.
Por Rafael Mis Cobá