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Las inundaciones provocadas por la tormenta tropical “Cristóbal” ocasionaron la pérdida de unas 300 toneladas de sal en las charcas de Xtampú, Dzemul, y en Santa Clara, Dzidzantún.

En Xtampú desaparecieron bajo el agua decenas de montículos de sal que estaban a un costado de las 25 charcas en pleno proceso de producción.

De aquel color rosado intenso que caracteriza las charcas de Xtampú no quedó nada, solamente un enorme espejo de agua en tonos rojo oscuro.

La pérdida para la salinera es enorme, pues además del mineral las charcas constituían uno de los atractivos turísticos de la zona costera.

Francisco Aké, presidente de la cooperativa Meyah Ta’ab, relató que ante el elevado nivel del agua solamente sobrevivieron unos cuantos sacos de sal, a lo mucho 10 ó 12 unidades de 25 kilos cada una.

Calculó que se perdieron cerca de 50 toneladas de sal que estaban apiladas a los lados de las charcas y que representaban unos 50 mil pesos.

Contó que las calamidades llegaron seguidas: primero, por la contingencia sanitaria, 48 personas dejaron de trabajar en las salineras; resaltó que las ventas previstas a las empresas hieleras, purificadoras de agua y el sector pesquero ya no se podrán concretar.

–Ahora todo está inundado y tardará muchas semanas en bajar el nivel de las aguas, sobre todo ahora que es temporada de lluvias, dijo.

Turismo suspendido

Contó que por la contingencia sanitaria las visitas de turistas se reprogramaron para septiembre, cuando se espera que la epidemia de COVID-19 pierda intensidad; mientras tanto, ya no hay recorridos y paseos turísticos hasta nuevo aviso.

Los caminos que los integrantes de la cooperativa Meyah Ta’ab habían preparado para los visitantes, así como el pequeño puente de madera que habían construido, quedaron bajo el agua.

Sobre el tono rojizo del agua, Francisco Aké explicó que se debe a que proviene de tierra adentro y es el color del kankab, ya que el agua baja hacia el nivel del mar.

Detalló que a una profundidad de cuatro brazas mar adentro se observa también ese tono rojizo del agua, como resultado del fenómeno.

Sobre el futuro de la producción de cloruro de sodio, Francisco Aké resaltó que el mineral se produce durante casi un año y se empieza a cosechar en febrero y lo fuerte de la extracción son los meses de mayo y junio, cuando más caliente está el sol, hasta que llega la temporada de lluvias y se suspenden las labores, ya que cuando llueve, la sal se diluye o queda en pequeños granos y ya no se puede explotar.

Otro factor negativo que enfrentan los salineros de Xtampú son las crecientes de agua de mar que entran en la bocana de Telchac Puerto, la cual fue dragada no hace mucho para que tenga mayor profundidad para los yates de los residentes de una villa turística.

Reactivación

Dijo que cuando bajen los niveles de las aguas se buscará la manera de reactivar las charcas, como construir diques de arena en los alrededores, ya que ahora lo único que se observa de ellas son las estacas de madera que delimitan los cuadros.

Para acceder al lugar hay que caminar 100 metros entre agua; lo único que sobrevivió fueron las chozas que construyeron para resguardar el producto ya cosechado en sacos de 25 de kilos.

Los daños Santa Clara

Por otra parte, el señor Daniel Valle, de la cooperativa Salineros de Santa Clara, S. de R.L., comentó que apenas iban a empezar la cosecha de sal cuando sobrevino la inundación.

Resaltó que ahí se perdieron 250 toneladas aproximadamente distribuidas en 7 charcas; esa producción estaba pactada a venderse en mil pesos la tonelada.

“No hemos podido ir a rescatar el equipo de trabajo porque todo está inundado, se perdió la pequeña bodega y las herramientas. El golpe para nosotros fue muy duro; se perdió la oportunidad de comercializar este producto a una empresa de Veracruz; con esa situación se perdieron 30 empleos, los cuales se reactivarían en estos días hasta llegar a finales de julio”, añadió.

Mercados perdidos

"Los mercados que teníamos para distribuirlas eran la ciudad de Mérida, Dzilam de Bravo, las plantas de agua purificada, pero la venta fuerte iba a ser para Veracruz.

Si sigue como están las lluvias ahora, el nivel del agua en las charcas de Santa Clara podría bajar hasta octubre", dijo.

En ocasiones cuando los niveles del agua han estado altos, han requerido bucear la sal, pero tras realizar un reconocimiento en esos días “ya verificamos que todo lo que se había producido y estaba listo para explotar se diluyó; la gente ahora no tiene trabajo ni en el campo ni en la pesca”, finalizó.

Con información de José ManriquePor Redacción DIgital Por Esto!EH